Las jornadas «Ciudadanía y Participación Política», organizadas por el Ayuntamiento, se clausuraron ayer en Donostia, tras la exposición de diversas ponencias.

Juan José Álvarez, del Instituto de Gobernanza Democrática, analizó la cultura de participación democrática en Euskal Herria, destacando que «la participación fomenta la diversidad» y abogó por contrastar las ideas sin limitaciones de identidades políticas. Asimismo, añadió que existen «ejemplos históricos de equilibrio entre democracia representativa y directa».

Junto a ello, añadió, respondiendo a una pregunta formulada por el público, que la implementación de listas abiertas favorecería el control ciudadano de los representantes políticos.

Fernando Pindado, por su parte, realizó un análisis crítico de los canales de participación en el Estado español. En este sentido, subrayó que hay grupos que intentan que no se fomente la figura de la iniciativa legislativa popular (ILP, por la que se permite introducir en el Parlamento iniciativas si son respaldas por el número suficiente de firmas).

A juicio de Pindado, técnico superior de la Generalitat de Catalunya, estos grupos defienden un sistema de interlocución institucional sin la participación de la ciudadanía.

Junto a ello, destacó que es preciso adecuar los sistemas de participación a las nuevas redes sociales digitales y que la clave para que un modelo pueda ser considerado como democrático está en la soberanía popular, el control de la separación de poderes y un sistema de garantía de derechos.

Martin Bühler, de Initiative & Referendum Institute, expuso las características de los referendos que se llevan a cabo en Suiza para decidir sobre cuestiones de muy distinto ámbito.

Bühler explicó que en Suiza las convocatorias de los referendos están previstas hasta 2020, por lo que existe una verdadera sistemización de esta herramienta de participación política. Asimismo, los temas sobre los que se consulta a la ciudadanía son tan diversos como la compra de cuadros por un museo local, la abolición del Ejército, el trazado de una autovía, los impuestos, la liberalización del horario de las gasolineras, la vacunación obligatoria o la creación de una Secretaría de Política Cultural.

Otro elemento que Bühler expuso ayer en Donostia fue que en Suiza la utilización de las consultas a la ciudadanía no es una cuestión partidista, ya que en la cultura política del país helvético esta herramienta es empleada tanto por formaciones de izquierdas como de derechas.

En Suiza, el debate no está en si es necesario o no consultar a la ciudadanía. Esto es algo que nadie discute. Bühler consideró preocupante que haya grupos que tengan más dinero o medios para defender sus posturas en los referendos y que se restrinjan derechos a las personas inmigrantes.

Quienes siguieron estas jornadas por Internet pudieron preguntar mediante Twitter.