Enric Saborit podría ser la principal novedad del once inicial
San Mamés, hogar, dulce hogar
Valverde reconoce la importancia de mantener la inexpugnabilidad en su estadio y hacer de ella una línea regular esta temporada.
ATHLETIC-VALENCIA
Joseba VIVANCO
San Mamés se enfrenta en sus pocos días de vida a una nueva reválida, la de convertirse en un fortín para los rojiblancos, cosa que ha hecho en los dos encuentros jugados y eso que los leones se pusieron con desventaja en el marcador y el empuje de la grada tuvo que ver en el volteo del resultado final. Lo sabe San Mamés, lo saben los jugadores, lo sabe el propio Ernesto Valverde. «Es cierto que en casa estamos bien y es bueno hacernos fuertes en casa, mantener una línea regular y luego tratar de hacerlo fuera. De momento nos obliga en casa a ser mucho más certeros, a intentar mantener esa línea de locales», reconoció el técnico gasteiztarra tras la sesión preparatoria de ayer, a puerta cerrada, en la que lógicamente no trascendieron los evidentes cambios que Txingurri podría introducir esta noche en su once inicial.
Confirmada la ausencia en la convocatoria de Ibai Gómez por lesión -Ekiza y Albizua fueron los descartados por decisión técnica-, Aduriz sí estará disponible, aunque no sería descartable que De Marcos pudiera tener su oportunidad en la punta de ataque dado su actual olfato goleador, todo lo contrario del donostiarra. «Veremos mañana», dijo sobre sus opciones hoy. El de Guardia, incluso, podría ser su opción en lugar de un Herrera que no termina de asentarse.
Otro de los que podría salir de inicio es Saborit. «Es una posibilidad», llegó a asumir Valverde, quien también reconoció que a Laporte «le está costando» hacerse con la posición de lateral. «Pero defensivamente un central en esa posición tiene que tener unos criterios defensivos, y él por su juventud tiene que aprender cosas no en el lateral sino cuestiones defensivas y tácticas. Está dentro de lo normal y él es consciente de ello», se explayó el técnico, con lo que no sería raro que el de Agen se sentara en el banquillo.
«Quizá les exigimos mucho»
Partido «atractivo» y «complicado» a la vez el de esta noche ante su exequipo, lo calificó Valverde, ante un plantel que «quiere llevar el peso de los partidos» pero donde «nosotros jugamos en casa» y deben hacerlo valer. Su homólogo en el banquillo ché, Miroslav Djukic, advirtió de que «si sales con miedo no tienes nada que hacer. En Bilbao hay que salir atrevido y buscar la victoria desde el principio». Llegan los valencianistas tras un partido europeo que confía su técnico no les haya mermado físicamente.
Ernesto Valverde, por su parte, quiere pasar página cuanto antes a la decepción vivida en Granada. «Tuvimos un disgusto, pero aquello se pasó y tenemos otra oportunidad», lo zanjó. De igual modo intentó desterrar aquello de la «falta de actitud» del equipo en el último encuentro y prefirió resituarlo, ya más en frío, en que «pudimos estar mejor». Llamativamente, Valverde se cuestionó si quizá «a veces les pedimos mucho» a los jugadores, como que siempre sean los protagonistas del juego, aunque a renglón seguido consideró que «el equipo puede hacerlo, llevar la iniciativa del partido siempre». Esta noche, esa cuestión se antoja clave para solventar un difícil escollo.
«Algunos me llamaban asesino porque mordía. Incluso quizá porque llegue a lesionar a mis tres defensas en un solo partido ante el Betis. Mi único objetivo era hacerme con el balón a cualquier precio». Son palabras de Carmelo Cedrún Otxandategi, `el Muro de San Mamés'. Hoy, hace 50 años, en 1963, el de Zornotza jugaba su último partido como león, ante el Betis, en La Catedral. Llegó al Athletic en la temporada 1947-1948, arrebataría la titularidad a otro grande como Raimundo Lezama y a su vez sería sustituido, tras 15 años de titularidad en el equipo de su vida, por otro no menos legendario como José Ángel Iribar. Disputó con el club bilbaino 402 partidos y ganó una Liga y cuatro Copas. Colgó los guantes tres años después en el Baltimore de EEUU. J.V.
En los prolegómenos del encuentro, a las 19.45 comenzará una manifestación desde la calle Luis Briñas hasta la cercana sede de Euskal Telebista con el lema «18 meses sin Iñigo Cabacas. Sin justicia no hay perdón'', cuyo recuerdo ha estado presente con gritos en los dos partidos jugados en San Mamés.