El partido islamista Ennahda, que dirige el Gobierno tunecino, se comprometió ayer a dejar el poder antes de finales de mes para resolver la crisis política dos años después de su victoria en las elecciones de 2011. La firma de la «hoja de ruta» redactada por cuatro mediadores fue objeto de disputas hasta el final, demorando la ceremonia, pero finalmente el líder de Ennahda, Rached Ghannouchi, así como los dirigentes opositores, la firmaron ante la prensa y los jerarcas políticos. La agenda estipula la disolución del Gobierno a partir de la cuarta semana desde el inicio del diálogo nacional, cuya primera sesión oficial está prevista para esta misma semana.