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CRÓNICA | LA OBRA SOCIAL ENTRA EN NúMEROS ROJOS

La Sala Boulevard expone el incierto devenir del patrimonio ciudadano

Åsiduos de la Sala Boulevard de Donostia, de la que Kutxa es propietaria, lamentan su venta para achicar el agujero de la Obra Social. Un local del centro acogerá las exposiciones, pero preocupa la actividad que el nuevo dueño vaya a dar a este espacio tan apreciado por la ciudadanía.

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Oihane LARRETXEA

La Sala de exposiciones Boulevard de Kutxa de Donostia es uno de esos espacios hacia los que la ciudadanía siente apego. Sus datos lo avalan. Al año una media de 150.000 personas la visitan para contemplar alguna de las decenas de muestras que ofrece. Son cifras importantes, más teniendo en cuenta la población de la ciudad y las dimensiones de la sala, que tiene una superficie de 900 metros cuadrados, divididos en tres plantas.

Tal y como adelantó GARA el pasado domingo, la entidad bancaria ha puesto a la venta gran parte del patrimonio de su Obra Social. De hecho, las negociaciones para desprenderse de este emblemático local están muy avanzadas: hay comprador y se prevén obtener 2,6 millones de euros. El objetivo de las ventas no es otro que intentar achicar el agujero de la Obra Social, que cerró el mes de setiembre con pérdidas de 1,68 millones de euros. A 31 de agosto solo le quedaban 502.000 euros y, si la tendencia se mantiene, cerraría este ejercicio con una deuda de 8,8 millones de euros.

Donostia como tema

Cruzamos el paso de cebra que comunica la zona peatonal del Boulevard donostiarra para acercarnos hasta el edificio, que hace esquina con la calle Okendo. Desde el exterior, un cartel de color negro anuncia la triple exposición actual, una por cada piso. Todas giran en torno al mismo tema: Donostia.

Bellas y grandes fotografías de la ciudad actual conviven con imágenes que llevan al espectador de viaje hasta la época anterior al incendio que la consumió en 1813 junto con otras reproducciones que recogen los entresijos de la reconstrucción.

Se acerca la hora de comer y en la acogedora sala hay tan solo unos pocos visitantes. Uno de ellos mira con detenimiento la muestra y lee con atención los textos explicativos. Es un asiduo, según relata a GARA. Se muestra asombrado al conocer que la sala está a la venta y, en seguida, pregunta: «¿Y qué uso se le va a dar? Eso sí que me preocupa». También se interesa sobre si algún otro espacio dará continuidad al servicio que presta la Sala Boulevard.

En declaraciones a este diario, el director de la Obra Social, Carlos Ruiz, afirma que Kutxa volverá a utilizar el soto ubicado en la calle Garibai número 20 -cuando existía la caja provincial albergaba exposiciones- para seguir con la función del espacio del Boulevard. Alaba las características de la nueva ubicación destacando que se recuperará un espacio en desuso.

Aunque la idea era trasladarlo a Tabakalera, el histórico edificio ubicado en el barrio de Egia, este se encuentra en plenas obras. Por lo tanto, y al menos hasta que no finalicen los trabajos, el lugar elegido es la calle Garibai, frente a las oficinas centrales de Kutxa.

Una mujer que visitaba la exposición sobre la capital guipuzcoana también desconocía por completo la venta del local, extremo que «como donostiarra» le apena. «Esto es cultura y de alguna manera está revirtiendo el dinero que cada uno de nosotros hemos ingresado en el banco. La Obra Social son también los cursos, por ejemplo, pero hay personas que por motivos económicos no puede acceder a ellos. Esto, sin embargo, llega a todo el mundo». «¿Y quién tiene intención de comprarlo?», se interesa, pero la pregunta se queda sin respuesta porque todavía no ha trascendido quién se hará con el local.

A través de la prensa

La programación de la Sala Boulevard se organiza a un año vista. En palabras de Carlos Ruiz, las exposiciones previstas para este 2013 se respetarán. Según ha podido saber GARA la última terminará el 1 de diciembre, domingo -todas las muestras se cierran en ese día- y quedaría en el aire la próxima, la navideña, la dedicada a los belenes. Ruiz matiza que el hecho de que la Sala Boulevard vaya a ser vendida -confirmando, por tanto, lo publicado por este diario- «no significa que el espacio se cierre al día siguiente».

Debido a la situación que atraviesa la Obra Social, fuentes consultadas aseguran que organizar el programa anual no ha sido sencillo, al estar la venta de por medio. A los artistas convocados se les advertía de antemano sobre la situación, sin poder garantizar que la muestra correspondiente se llegara a montar. Lamentan la transacción porque, por un lado, consideran que «se pierde un local carismático y muy querido» y, por otro, porque «se trata de una buena plataforma para que los artistas locales se den a conocer».

Respecto al futuro de los trabajadores de la Obra Social, su director asegura que la plantilla «no corre peligro ni sufrirá otro tipo de problemas». La percepción que tienen los trabajadores, no obstante, es otra. La disposición que existía por parte de Kutxa para desprenderse de varios locales la conocían, pero admiten que la confirmación de la venta de la Sala Boulevard y de los números rojos de la Obra Social la conocieron a través de lo publicado por GARA el pasado día 29.

Se muestran satisfechos de que esta información haya salido a la luz, al considerar que «la gente tiene que saberlo porque tiene derecho a ello». «Esto es de todos -añaden-, porque muchas personas han depositado en esta entidad sus ahorros, de manera que qué menos que saber la situación real de los proyectos».

El local del Boulevard no es el único del que Kutxa se quiere desprender a corto plazo. De hecho, la venta de la antigua Fototeka, ubicada en la calle Getaria, ya se vendió hace meses. En la actualidad está en obras y en breve una casa de seguros habilitará ahí una oficina.

Dividendo complementario

Respecto a lo que GARA publicó el pasado domingo, Carlos Ruiz no negó ninguno de los datos expuestos y comentó que es la misma información que se manejó días antes en el Consejo de Administración.

Volviendo a los números citados al inicio de este texto, Xabier Iturbe, presidente de Kutxa, confía en la llegada de unos «dividendos complementarios» que servirían para «salvar» el presupuesto comprometido sin necesidad de desprenderse de los inmuebles -a los que hay que añadir la biblioteca Dr. Camino de la calle 31 de agosto, entre otros-. Por el momento, no hay ningún acuerdo que garantice la pervivencia de la Obra Social más allá de 2014.

 

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