Cuatro parejas mixtas de Aspe y Asegarce darán brillo al Torneo Bizkaia del Cinco y Medio que se desarrollará en el frontón de Miribilla durante los dos próximos fines de semana. Parece que las experiencias anteriores en la inusual distancia han sido satisfactorias y, por tanto, las empresas han apostado por la competición dando entrada a todas las figuras del cuadro manista.

El torneo se llevará a cabo en sistema de escalera y comenzará este sábado con el enfrentamiento de cuartos entre Bengoetxea VI-Zubieta y Martínez de Irujo-Beroiz. El ganador volverá a jugar un día después, el domingo, en una semifinal en la que estarán esperando Olaizola II y Merino II, que jugarán juntos por primera vez. La final tendrá lugar el sábado 19 de octubre entre el ganador de esas eliminatorias y Berasaluze II-Barriola, pareja clasificada directamente para el choque decisivo.

Supone un guiño de los organizadores para Pablito Berasaluze, que se lesionó en el Bizkaia durante la final del Parejas y cuya reaparición en el frontón bilbaino cinco meses después -tras volver a vestirse de blanco la semana pasada en Barcelona- va a ser especialmente emotiva. «Me hubiera gustado reaparecer aquí en el Bizkaia, pero no pudo ser así. Ahora venir a jugar el Torneo del Cinco y Medio aquí, al frontón en el que me lesioné, la verdad es que me hace mucha ilusión. Por mí, por la afición y por todo», declaraba el delantero, quien confirmó que este año no participará en el Campeonato del Cuatro y Medio.

Igual de contento se mostró su zaguero, un Abel Barriola que ha completado un verano excelente. «Hemos tenido un poco de enchufe -bromeaba el de Leitza-. Para mí es un placer jugar con Pablo. Para él se ha convertido en un frontón especial, por todo lo que pasó en la final del Parejas. Juega en su frontón y ser su guardaespaldas aquí es algo muy bonito. Ojalá hagamos una buena final», deseó.

Una pareja inédita

Si no hay problemas de última hora, el torneo también supondrá la vuelta a los frontones de Aimar Olaizola, muy recuperado de la lesión muscular que sufrió el 16 de setiembre en Bermeo. «Por ahora estoy bastante bien. Poco a poco voy mejorando y cada día me encuentro mejor. Ayer [por el lunes] estuve peloteando un poco y me encontré bastante bien. Mañana [por hoy] tengo intención de hacer un buen entrenamiento por parejas en Tolosa. Si me encuentro bien estaré el domingo aquí», explicó el de Goizueta.

Tendrá por primera vez como zaguero a David Merino, que viene de imponerse en San Mateo. «Me hace una ilusión tremenda jugar con Aimar, porque va a ser la primera vez -confirmó el de Villar de Torre-. Alguna vez en alguna elección de material ya le vacilé diciendo que a ver cuándo jugábamos juntos y ha tocado ahora. A ver si hacemos un buen torneo».

Otro de los temas de conversación tras el acto fue el posible cansancio que puede acusar la pareja que gane el sábado y tenga que volver a jugar el domingo. Juan Martínez de Irujo, uno de los que podría verse en esa tesitura, advertía de que era un factor «preocupante» para ellos, «porque los partidos del Cinco y Medio suelen ser muy agotadores y 24 horas para recuperar pueden quedarse un poco justas». Merino II, uno de los que espera rival, replicaba que pueden llegar «cansados o amoldados a la modalidad. Es una distancia nueva, que si te amoldas tienes más opciones».

Un cambio de modalidad que, en general, todos los participantes valoraron positivamente. «Es una modalidad diferente y sales un poco de la rutina, que siempre viene bien. Es como jugar a trinquete en verano, que cambias un poco el chip y disfrutas», opinaba un Martínez de Irujo que, no obstante, descartó que sea una la preparación ideal para el Cuatro y Medio. «En las posturas igual un poco, en esos pelotazos de medio lado, pero esto es por parejas y en el Cuatro y Medio estás solo. A la hora de sacar y demás nos vendrá bien, pero poco más».