El Ibex se ha convertido en una locomotora alcista a la que poco ha importado hasta ahora los problemas del otro lado del Atlántico, donde todavía están cerrados servicios federales y no hay pacto para elevar el techo de deuda. Después de este prolongado avance crece la expectación ante el lógico deseo de tomar beneficios, aunque la corrección podría retrasarse todavía más si, como se espera, el presidente Obama consiga vencer en la reunión prevista la resistencia del grupo republicano a la aprobación de su estrategia presupuestaria y de deuda pública. En el resto de Europa las reticencias han sido mayores esta semana, aunque finalmente todas las bolsas parecen descontar también la solución a los problemas de Estados Unidos. El Ibex se disparó un 2,35%, su mejor balance diario en tres meses, para alcanzar los 9.660,50 puntos. En el año sube ya un 18.28% y se coloca al frente de los índices europeos y de Wall Street. París sumó ayer un 2,21%, Fráncfort, un 1,99%, y Londres, un 1,46%. Dentro del Ibex, los bancos siguen mostrando músculo en las subidas. Caixabank saltó un 4,41%, Bankinter, un 3,68%, Santander, un 3,42%, y BBVA, un 3,21%. Además, Telefónica e Iberdrola se sumaban al festival con ganancias superiores al 2%. También destacó Indra, el mejor de la jornada, al avanzar un 6,13%, con lo que olvida el golpe asestado por la desinversión de la familia Del Pino. Solo Viscofan, Grifols y Mediaset registraron pérdidas. En París, sin ningún valor en rojo, Axa, Vallourec, Bouygues y Renault fueron los mejores al anotarse más de un 4%. El Cac sube un 15,85% en el ejercicio.