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Georgia Bekridaki | Activista de «Solidaridad para Todos»

«La solidaridad es la respuesta de los griegos a las necesidades»

Esta joven activista forma parte de la plataforma «Solidaridad para todos», una iniciativa que en cuatro años se ha extendido por todo Grecia y supone una respuesta solidaria rápida, casi inmediata, ante la gravedad de los problemas que acucian a los sectores más humildes de la población de este país, en el marco de una crisis económica que «ha dejado a mucha gente excluida de la sociedad».

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Iñaki TELLERIA | DONOSTIA

En su visita a Euskal Herria, Georgia Bekridaki se ha dedicado a explicar la respuesta popular a la dramática situación que cientos de miles de familias están viviendo en Grecia para salir adelante cada día. Transmite una vitalidad y optimismo que contagian. Es esa la fuerza con la que ella, y otros muchos, han extendido una red llamada «Solidaridad para todos».

Si voy de viaje a su país ¿qué me voy a encontrar?

Una situación tremendamente difícil. Las medidas que ha puesto en práctica el Gobierno en los últimos tres años para hacer frente a los dos rescates y responder a las exigencias de la troika han tenido unas consecuencias muy graves y profundas sobre la vida de las personas, sobre todo de los trabaja- dores. Estamos hablando de un empobrecimiento de la población muy rápido y violento, disparando el desempleo, impidiendo el acceso a los servicios públicos y, aún peor, con dificultades para cubrir las necesidades de comida de la gente, de alimentos básicos.

Es un panorama desolador.

La pérdida de empleos ha dejado a mucha gente excluida de la sociedad; unos han perdido sus casas; otros no tienen electricidad; los hijos han vuelto a vivir con los padres; los que estudiaban fuera han regresado; muchos dejan los estudios porque no pueden pagarlos; los que tienen títulos superiores emigran; en las escuelas de primaria hay niños que no pueden seguir el ritmo educativo por su deficiente alimentación; se ve mucha gente buscando comida en la basura; ha empeorado la salud de las personas y se han multiplicado las depresiones y los suicidios. La situación es desesperada. Hace pocos días el Gobierno cerró los seis hospitales más grandes de Grecia.

Para las mujeres el castigo es aún mayor.

Si los índices de desempleo de la mujer, ya antes de la crisis, eran superiores a los de los hombres, ahora los porcentajes se han disparado. Pero lo más grave es que ahora la mujer se está encargando de paliar todos los problemas sociales originados con la crisis de los que era responsable el Estado de Bienestar. Las guarderías se cierran y las mujeres se encargan de los niños, de la misma forma que de los mayores o de familiares enfermos. De tal forma que la mujer está saliendo del mercado de trabajo. Además, los problemas económicos están desectructurando familias y aumenta la violencia en las casas contra las mujeres. Sin embargo, las mujeres son vanguardia en la lucha, fundamental- mente en favor de los derechos de los ciudadanos, en apoyo a la Educación y Sanidad públicos. En las huelgas en Sanidad y Educación o contra el cierre de hospitales, han sido también las más luchadoras.

¿Es este el contexto que explica el nacimiento de «Solidaridad para todos»?

Ante las necesidades, la solidaridad es la respuesta de los griegos. Fue una respuesta rápida desde barrios y pueblos, hasta llegar a 270 grupos de solidaridad social, autogestionados, que funcionan de forma asamblearia y que, desde la acción directa contra los problemas más acuciantes, están trabajando de forma coordinada para cambiar la situación política y económica. No es caridad sino solidaridad con compromiso. Son personas que se ayudan y se comprometen contra la injusticia y son conscientes de quiénes son los culpables de esta situación. El lema es autoorganización, solidaridad y resistencia.

¿En qué se concreta esta labor?

En la creación de almacenes de medicamentos para quienes no pueden pagarlos; comedores sociales y distribución semanal de alimentos para familias; mercados de intercambio en los que la gente cambia cosas o las regala; bancos de tiempo, en los que las personas, en lugar de dinero, ofrecen su tiempo libre para ayudar a otros; asesoría jurídica para afrontar los préstamos a los bancos; cursillos educativos en los que se imparte una cultura alternativa y en favor de la salud... cualquier cosa que pueda ayudar a los demás.

¿Son un Estado paralelo?

No pretendemos crear un Estado paralelo a pesar de la caída del Estado del Bienestar. Es una respuesta a los dos rescates para recuperar un Estado con hospitales y escuelas para todos, para que se abran los que han ido cerrando. Hemos creado un espacio de comunicación entre la gente que responde a los problemas con intercambio de experiencias, tratando de extenderlas por todo Grecia, pero no como un partido político, no como un estado dentro del Estado.

Podría hablarse de una situación pre-revolucionaria y, sin embargo, se ha producido un auge espectacular del neofascismo. ¿Cómo se explica?

Es verdad que parece una época pre-revolucionaria porque el Estado no puede gobernar por su incapacidad para alcanzar un consenso, pero se impone el miedo de la contrarrevolución. Cuanta más desesperación hay entre la gente es cuando surge el nuevo fascismo, que en nuestro caso se refleja en Amanecer Dorado. Al capitalismo esto le viene bien para extender la teoría de los dos extremos, colocando en uno el fascismo y en el otro a los luchadores, movimientos alternativos, ecologistas, feministas, asamblearios.... Equipara a unos con otros y nos criminaliza a todos.

En enero comienza la Presidencia de turno de la Unión Europea por parte de Grecia. ¿Qué confianza tienen sus ciudadanos en esta institución?

En Grecia hay quienes quieren permanecer en la Unión Europea, pero sin que te chupe la sangre y el alma, pensando en una Europa de los pueblos y los ciudadanos; los hay que quieren seguir como hasta ahora; y también los que creen que debemos salir de la UE y del euro. Los partidos de derechas se aferran a la permanencia y utilizan el miedo como táctica afirmando que fuera de la UE nos iríamos a la ruina y que volver al dracma sería el caos. Son los mismos que antes de la dictadura también nos decían que los comunistas nos iban a quitar las casas. Sin embargo, hasta hace unos meses el 80% de los griegos era partidario de continuar en la UE y ahora la cantidad ha bajado ya al 50%.

 

La mujer

«Lo más grave ahora para la mujer es que se está encargando de paliar los problemas sociales de los que era responsable el Estado de Bienestar. De tal forma que la mujer está saliendo del mercado de trabajo».

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