Laboral Kutxa Baskonia pierde en la prórroga ante el Gran Canaria en su estreno liguero
Una dolorosa derrota que saca a la luz todo el trabajo que queda
Un mal arranque dejó a los de Scariolo 31-47 en la primera mitad. Hamilton lideraba la remontada local tras el receso. Los grancanarios se rehicieron y ganaron en el tiempo extra al acertar en los tiros libres.
LABORAL KUTXA BASKONIA 96
GRAN CANARIA 99
Arnaitz GORRITI
El camino es el mostrado tras el descanso. Queda mucho trabajo, y ganar o perder dependerá de muchos factores, pero la actitud e intensidad han de ser las mostradas a partir del tercer cuarto. El problema es que, cuando se remonta un partido perdido, se desaprovecha una opción clara de victoria y se cae en la prórroga, la derrota duele más.
Laboral Kutxa Baskonia volvió a caer ante el Gran Canaria. Fue un partido loco, en el que la escuadra gasteiztarra fue entrando en calor de la mano de Lamont Hamilton -23 puntos, 13 de ellos en el tercer cuarto- y una clara progresión en defensa. Sin embargo, los de Scariolo se dieron de bruces ante un rival que, definitivamente, ha subido de nivel y tiene a 9 buenos jugadores, con sorpresas como Hansbrough, un seguro en los tiros libres como Oliver -10 de 10- e interiores versátiles como Nacho Martín y Eulis Báez.
Malviviendo hasta el descanso
Por contra, el inicio fue muy desalentador. Un Buesa Arena gélido vio cómo los de Pedro Martínez seguían en la senda abierta durante los pasados play offs.
Tibor Pleiss tardaba tres minutos de reloj en cargarse con tres faltas y solo la intensidad de Heurtel y un par de triples sostenían el castillo de naipes baskonista. Asimismo, ojo con este Gran Canaria, que a la chita callando ha armado un equipo profundo. Por ello, los de Scariolo casi podían agradecer el desacierto de O'Leary, de forma que el 16-23 adverso del primer cuarto pudo considerarse positivo.
Gracias a la intensidad de Hamilton, amén de la ausencia de acierto en el triple grancanario, el plantel baskonista arrimaba el marcador a 20-23, arrancando los primeros aplausos de la «fanaticada». Pero los de Pedro Martínez no tardaron en reaccionar. El rebote era suyo, la fluidez de balón con Bellas era enorme, y Nacho Martín entraba en calor con varias canastas. Tras un parcial de 2-12, Scariolo debía parar el choque, porque se le escapaba: 22-35.
Poner a Clark como pívot puro no surtió efecto, hasta el punto de que los de Pedro Martínez lograron abrir una renta máxima de 16 tantos: 31-47, provocando los primeros silbidos. Aun así, la escuadra local seguía viva al descanso, 36-47, con cinco puntos de San Emeterio.
La reacción y la locura
Lamont Hamilton, con la colaboración de Causeur, se echó el equipo a la espalda en un tercer cuarto vigorizante. El rival baskonista acusaba la mejoría de los locales hasta verse superado: 55-51, después de un parcial conjunto de 24-4.
Pero, a diferencia de otros años, el Gran Canaria jugó fuera de su cancha como si estuviera en «La Roca». Un aletargado Hansbrough se puso a meterlas de todos los colores, y a su sombra O'Leary, Martín y Oliver también volvían a encontrar el aro, mientras Báez reboteaba.
El marcador enloqueció. El Gran Canaria parecía tenerlo todo atado en el último minuto, al que se llegaba con 77-81, pero un «dos más uno» de Hamilton y una antideportiva de Hansbrough a Causeur casi traen la victoria local.
Por desgracia, el francés erró un tiro libre y, tras fallar los gasteiztarras el siguiente ataque, el duelo se fue a la prórroga.
En el tiempo extra se vieron los mejores minutos de Hodge, que reveló poder aportar puntos en momentos calientes. Pero los grancanarios respondieron a base de tiros libres -Nocioni se descolgó con una absurda antideportiva-, con Hansbrough y Oliver infalibles desde los 4,70 metros. Con 94-95, Nocioni asumió un triple que hubiera dado el triunfo al Laboral Kutxa Baskonia, pero el santafecino no anotó, y los tiros libres posteriores certificaron la derrota.
Los 8.139 espectadores reunidos en el Buesa Arena se mantuvieron expectantes ante el mal arranque del Laboral Kutxa Baskonia. Pero cuando los de Scariolo reaccionaron, los aficionados respondieron, creando una atmósfera intensa.
Con 80-81en el marcador a escasos segundos del final, Fabien Causeur pudo sentenciar con dos tiros libres, pero solo anotó uno. Ya en la prórroga, el Gran Canaria supo sacar partido a las faltas recibidas, con Hansbrough y Oliver mostrándose infalibles.
Sergio Scariolo valoró el «gran esfuerzo» de sus muchachos para recuperar el mal inicio, pero tuvo que reconocer que su adversario «ha sabido aguantar cuando nos hemos puesto por delante y estábamos con opciones de ganar. Han mantenido la cabeza fría, ganándonos con los 11 tiros libres que han lanzado en la prórroga».
Pero tocaba hacer autocrítica tras la derrota. El de Brescia vio «insuficiente» la labor defensiva de los suyos. «Sobre todo en la primera mitad, y ante todo en la concentración. Nos ha faltado un punto más de agresividad en los unos contra uno, al puntear los tiros, al cerrar el rebote... En la segunda hemos estado mejor, pero ha habido lapsus de concentración, cediendo cortes por el fondo, faltas de relevo, personales «raras» por llegar tarde, por ausencia de comunicación...», explicaba.
En los aspectos positivos, por su lado, puso la labor en ataque. «Buenos porcentajes de tiro, y buena relación entre asistencias y pérdidas de balón», reconocía.
«Hemos estado mejor que en el último partido, pero no lo bastante para no ir a la lotería de la prórroga contra un rival del nivel del Gran Canaria», resumía.
A. G.