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Victoria en el primer partido de Liga

El equipo parece de verdad

Frente a un correoso Cajasol, los de Sito Alonso supieron sufrir. Doblas, por entrega y calidad, fue el mejor.

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GIPUZKOA BASKET 76

CAJASOL 71

 

Arnaitz GORRITI

Ni la mejor preparación garantiza la victoria, pero lo cierto es que ganar es más sencillo cuando un equipo se asemeja a su ideal. Gipuzkoa Basket tiene margen de mejora, pero sin duda que es un equipo. Al menos lo parece. La victoria no deja de ser el reflejo de ese trabajo de conjunto de la pretemporada.

La escuadra guipuzcoana tenía enfrente un Cajasol con falta de experiencia, pero que se puede adivinar disciplinado y dispuesto a luchar. Tanto en el primero como en el segundo cuarto, los locales amagaron con romper el partido, yéndose en los primeros compases, siempre a golpe de triple, y después de provocar un buen número de pérdidas a su rival.

Sin embargo, el equipo perfecto no existe y el adversario también tiene armas. Así, aunque los de Aíto comenzaron erráticos en el tiro, compensaron sus fallos merced a imponerse al rebote, con grandes minutos del checo Ondrej Balvin, y buscando la línea de tiros libres con encono y acierto. Así las cosas, aunque los donostiarras llegaron a disponer de hasta nueve puntos de renta en varias ocasiones, los sevillanos fueron capaces de igualar cada vez el marcador; incluso tomaron una breve ventaja en el luminoso, 38-40, nada más empezar el tercer cuarto, tras llegar 38-36 al tiempo de descanso.

De hecho, hay cosas que no cambian, y el tercer cuarto fue más sufrido para Gipuzkoa Basket, que se veía por primera vez por detrás en el marcador. Los de Sito Alonso lograban dejar a Sastre sin anotar, amén de sacarle la tercera falta a Balvin, pero Satoransky despertaba poco a poco y Latavious Williams se encargaba del trabajo sucio bajo los aros con eficiencia. Por fuera, Bamforth se sumaba a la fiesta, enmendando un airball anterior con varias canastas. Hasta el joven Hernangómez dejó detalles, como un «dos más uno» tras rebote ofensivo.

En el bando local Winchester, que ya desde el primer partido se lleva el apodo de «el rifle», daba un paso adelante con sus lanzamientos exteriores, dando así un respiro a Doblas, el más destacado en los 40 minutos, amén de la aportación en global de Jason Robinson. Al final del tercer período, más igualdad imposible: 58-58 tras un palmeo sobre la bocina de Ramsdell.

Las imprecisiones jalonaron las acciones del último período; así como acciones espectaculares, como un gorrazo de Kortaberria a Bamforth. Un par de canastas de renta suponía mucho, como atestiguaba la alegría local cuando Salgado establecía el 66-60 con un triple.

El partido se rompía al fin. Salgado conectaba con Hanley para elevar la renta a ocho puntos, pero el Cajasol se negaba a perder, tratando de responder a cada golpe. Un palmeo de Doblas más otro rebote del cántabro, cimentaban la ventaja guipuzcoana, que remataba su triunfo con una canasta de Hanley. A pesar de sufrir ante un rival de cuidado, el equipo donostiarra sacó un triunfo que lo identifica como equipo.

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