Enterarse que ha fallecido Miguel Arreche es recibir uno de esos puñetazos que te cortan la conexión entre entrañas y cerebro. Recién jubilado, con una relación un tanto extraña con el Topic y el Festival Titirijai que creó y ayudó a colocarlos en el mapa internacional, se nos ha ido en un mal suspiro. Humanidad. Es la palabra que me viene a la cabeza. Vocación sobrevenida, es una definición para explicar cómo alguien ajeno a la práctica titiritera puede llegar a convertirse en un referente internacional en este mundo hecho de ilusiones, manualidades y fantasías.

Aportó una noción de gestión que ordenara todo lo que estaba preñado de sueños, artesanía y riesgo estructural. Y fue conociendo desde la gestión a los auténticos artistas, con los que convivió, de quienes aprendió a entender un mundo complejo, pero tan rico en matices que es capaz de sobreponerse a cualquier situación y circunstancia adversa. Primero desde su Tolosa, después viajando por el mundo, teniendo cargos internacionales de mucha responsabilidad. Miguel Arreche era un pilar fundamental del reconocimiento a este arte legendario de su importancia cultural. Superar la idea del binomio títere-niños, para que ocupara el lugar trascendental en la historia del arte que se merecen.

Y su obra culmen, la que logró con su equipo, el Topic, un centro internacional de estudio y documentación, museo, una sala de exhibición, colocado en el centro de Tolosa, un referente mundial del títere. Miguel estará ahora mismo haciendo títeres en esos lugares donde deben ir los hombres generosos que acaban su vida dedicados a un arte que une tradición cultural e historia de la humanidad.