Italia triplica su fuerza militar en el Mediterráneo por la inmigración
Italia triplicará desde hoy su presencia militar en el Mediterráneo, aumentando el número de barcos y aviones que operan en sus aguas, para hacer frente a la inmigración que en los últimos días ha supuesto la muerte de cientos de personas. El primer ministro, Enrico Letta, afirmó que pretende que este mar deje de ser «el mar de la muerte» y pidió cambios en las normativas e instituciones europeas.
GARA | ROMA
El primer ministro italiano, Enrico Letta, anunció el despliegue a partir de hoy de una fuerza militar en aguas del Mediterráneo para que este mar deje de ser «el mar de la muerte», en referencia a los muertos registrados en los últimos días por el naufragio de barcos con inmigrantes que pretendían alcanzar las costas europeas desde África.
«Va a ser una misión barcos y aviones» hasta triplicar la dotación actual y su objetivo será «hacer del Mediterráneo un mar lo más seguro posible» porque «en estos días se ha convertido en una tumba», afirmó Letta en una entrevista en el diario «La Repubblica».
Letta justificó una intervención inmediata porque es «una emergencia, cuestión de minutos que no puede esperar para abril o marzo», a la vez que pidió una revisión de la normativa comunitaria y de las instituciones ya en vigor.
«No hay necesidad de Frontex, ni de Eurosur, hay que replantearse los acuerdos de Dublín» sobre inmigración, indicó. El primer ministro italiano hizo notar que Frontex (la agencia europea para la gestión de fronteras) tiene su sede en Varsovia y que da la impresión de que se ocupa sólo de una parte de las fronteras y no de las del mar.
Letta también aseguró que no comparte la actual ley sobre inmigración italiana, la polémica Bossi-Fini, que entre otras cosas tipifica como delito la inmigración ilegal y que la aboliría, pese a que el partido Pueblo de la Libertad, que forma parte del Gobierno de coalición, defiende la ley y el propio ministro de Interior calificó la víspera de «demagogia» las voces que piden su abolición. No obstante, Letta explicó que «se debe garantizar el derecho de asilo y «en el Mediterráneo debe garantizarse de una manera diferente que en el resto de Europa».
Malta y Libia
Por otra parte, el primer ministro de Malta, Joseph Muscat, se reunió ayer por sorpresa en Trípoli con su homologo libio, Ali Zeidan, con el que analizó cómo mejorar la vigilancia de las costas libias, origen de la mayoría de los barcos de inmigrantes con destino a Europa.
Zeidan propuso «mejorar la seguridad mediante un mayor apoyo tecnológico y el acceso de redes de satélite de la UE para controlar la costa de Libia y la fronteras al sur del país».
No obstante, reconoció las carencias de la Administración libia, cuyas fuerzas de seguridad no acaban de ser estructuradas y se encuentran en manos de diversas milicias.
Por su parte, Muscat dijo que transmitirá las ideas planteadas ayer a la próxima cumbre de la UE del 24 y 25 de octubre, pero insistió en que antes de abordar el tema de la inmigración con Libia «es necesario garantizar la estabilidad en este país».
De los 34 cuerpos que se han encontrado del naufragio del viernes, 21 fueron trasladados a Lampedusa. A la vez, una parte de los 360 ataúdes de los fallecidos en el naufragio del pasado 3 de octubre , se llevarán a Agrigento (Sicilia). Ayer los equipos de búsqueda encontraron en la isla de Lampedusa a la víctima número 360 de este naufragio, un niño de unos tres años, y se cree que aún están desaparecidas otras tres personas.
La Marina italiana rescató a última hora del sábado a un bote a la deriva en el canal de Sicilia, al sur de Italia, con catorce personas a bordo, entre ellas una mujer embarazada de nueve meses. Otras diez personas fueron rescatadas ayer cuando navegaban a unas once millas al suroeste de Tarifa en una embarcación de tipo neumática.
Los inmigrantes, en su mayoría sirios, supervivientes del naufragio del pasado viernes en aguas territoriales de Malta, del que se han recuperado 34, relataron una partida caótica desde las costas libias y aseguraron que mientras estaban zarpando los libios les dispararon e hirieron a tres de ellos. Los medios de comunicación italianos publicaron ayer testimonios de varios de los 146 supervivientes del naufragio y que han sido trasladados a un centro de acogida en La Valeta. «No sabemos si eran militares o civiles, pero disparaban a matar», confirmaron los inmigrantes, en su mayoría sirios, aunque también había unos 30 palestinos y un libanés. El sirio Molhake al Roarsanm, de 22 años, explicó al diario «La Stampa» que viajaban en la barcaza unas 400 personas y a su salida de Zwara (Libia) fueron sorprendidos por libios que ordenaron que se detuvieran, pero como los traficantes no lo hicieron, comenzaron a disparar. Al Roarsan especuló con un conflicto entre grupos de traficantes: «hubo una pelea furiosa, gritando por la radio y por teléfono con alguien que exigía que volviéramos a tierra, pero el capitán no se detuvo». Según su testimonio, hirieron a tres personas. «Continuaron disparando y el barco comenzó a perder agua. Se llenó muy rápidamente y terminamos en el mar, yo agarré a mi hija», explicó Mohamed, otro de los rescatados. Los inmigrantes explicaron que pagaron cerca de 1.000 euros cada uno por el viaje desde Zwara, pero quien venía desde otros países pagaba mucho más, algunos hasta 3.000 euros, y que los milicianos libios, antes de embarcar, les exigieron apuntándoles con las armas a la cabeza, aún más dinero. GARA
