Se abre la caza del caucásico tras un pogromo antiinmigrantes en Moscú
La Policía arrestó ayer a 1.200 inmigrantes en el distrito de Biryulovo en el suroeste de Moscú, en lo que denominó una «redada profiláctica», después de que el domingo por la noche, vecinos de la zona, azuzados por movimientos panrusos y xenófobos, arremetieran contra la comunidad inmigrante acusándola de la muerte la pasada semana de un joven. Bajo el grito de «Rusia para los rusos», los manifestantes atacaron varios inmuebles de la zona y vehículos.
GARA | MOSCÚ
La Policía de Moscú detuvo ayer a cerca de 1.200 inmigrantes en una redada llevada a cabo en el mercado mayorista del distrito de Biryulovo, escenario el domingo por la noche de manifestaciones y ataques xenófobos en protesta por la muerte la pasada semana de un joven a manos, presuntamente, de un ciudadano de origen checheno.
«Alrededor de 1.200 personas fueron detenidas para verificar su implicación en el crimen, en una redada en el mercado mayorista de Biryulovo» en donde trabajan mayoritariamente personas provenientes del sur del país o de países del Cáucaso y de Asia central, indicaron a AFP fuentes policiales.
Ese mismo mercado fue escenario el domingo de manifestaciones a gritos de «¡Rusia para los rusos» tras la muerte la pasada semana de un joven ruso en una calle de ese barrio por un hombre identificado como proveniente del Caúcaso.
La movilización, de carácter racista, acabó con cerca de 380 detenidos, 23 heridos en enfrentamientos con la Policía -según el Ministerio de Salud, ocho personas entre ellas dos policías, fueron hospitalizadas- e importantes destrozos.
Los manifestantes, jóvenes en su mayoría, rompieron las puertas del centro comercial Biriouza, que emplea a varios inmigrantes, golpearon al personal de seguridad y rompieron las ventanas y escaparates, antes de intentar incendiar el edificio, según radio Eco de Moscú.
La multitud rompió luego la puerta de un depósito de verduras cercano, donde trabajan muchos inmigrantes, a quienes los vecinos acusan de ser responsable del elevado índice de criminalidad en la zona. Tras quemar y volcar algunos automóviles, rompieron los vidrios y los faros de un camión estacionado en el párking del depósito.
La Policía anunció la apertura de una investigación por «vandalismo» por estos hechos.
Tras reunirse con el presidente Vladimir Putin, el alcalde de Moscú, Vladimir Sobianine, advirtió que continuarán las redadas masivas. «Hemos decidido movilizar fuerzas adicionales, entre ellas los servicios de control migratorio, para restaurar el orden», manifestó. Un periodista de AFP relató que vehículos policiales patrullaban ayer este distrito y que los accesos al mercado estaban bloqueados, mientras varios grupos de personas expresaban su rechazo a los inmigrantes. En las imágenes difundidas por el canal Rusia 24 se observaban varias filas de inmigrantes detenidos con las manos sobre la nuca.
El alcalde de Moscú anunció operativos policiales en otros mercados de la capital y en lugares en donde se sospecha se albergan inmigrantes sin papeles. «Es indispensable para entender la amplitud del problema y ayudar a la Policía a encontrar al criminal», declaró Sobianine. El diario «Izvestia» aseguró que el responsable de esta muerte era un ciudadano de Azerbaiyán.
Rusia, que carece de mano de obra, en parte debido a una grave crisis demográfica, acoge a millones de inmigrantes de países asiáticos o exrepúblicas soviéticas. Estos inmigrantes trabajan por lo general de forma clandestina en talleres de confección o en mercados de Moscú u otras grandes ciudades y viven en condiciones extremadamente difíciles. Paralelamente, el número de manifestaciones xenófobas ha aumentado en los últimos años, una muestra del creciente sentimiento racista.
Una barcaza con 137 inmigrantes a bordo, la mayoría sirios y entre ellos 25 menores, llegó ayer al puerto de la isla italiana de Lampedusa, donde se seguían trasladando los ataúdes con los fallecidos del naufragio del pasado día 3. Los barcos con inmigrantes no cesan de llegar a esta zona y son centenares los que han alcanzado las costas sicilianas y de Calabria en las últimas horas. Mientras, al muelle Favarolo llegaron por la mañana otros cinco cadáveres de los desaparecidos en el hundimiento de principios de mes. El fin de semana se trasladaron cerca 150 ataúdes a Agrigento, en Sicilia, para ser enterrados en varios pueblos sicilianos.
Por su parte, la Comisión Europea reclamó a los Veintiocho más recursos para impedir la llegada de inmigrantes a las costas europeas. «A corto plazo necesitamos que los países sean coherentes y pongan sobre la mesa nuevos recursos. Las palabras deben ir seguidas de acciones», subrayó el portavoz de Interior de la CE, Michele Cercone. Pidió a los gobiernos que hagan «mayores esfuerzos» para la reinstalación de refugiados que Italia o Malta no puede asumir, siguiendo «el ejemplo de Alemania», que se ha ofrecido a acoger a 5.000 personas.
El primer ministro italiano, Enrico Letta, presentó ayer el operativo de vigilancia Mare Nostrum, que estará dotado de «drones -aviones no tripulados-, y de helicópteros con instrumentos ópticos e infrarrojos». El ministro de Defensa, Mario Mauro, anunció que por primera vez se utilizará una nave anfibia con capacidad hospitalaria y espacios amplios para el ingreso de los posibles náufragos. GARA
