Empresas, alumnado y profesorado apostaron en el II Simposio Unibasq, celebrado ayer en el Palacio Euskalduna de Bilbo, por una universidad «emprendedora, sensible a las necesidades cambiantes de la sociedad».

«Entre todos debemos hacer una universidad que, además de impartir docencia e investigar, realice un verdadero servicio social. La universidad debe estar más pendiente de sus `acreedores'; ya no puede encerrarse en su torre de marfil». Las palabras de Asier Aloria, director de Formación de Confebask y, desde hace seis meses, presidente del Consejo Social de la UPV-EHU, resumen una de las principales conclusiones del simposio.

La Agencia de Calidad del Sistema Universitario Vasco quiso dar voz a «los usuarios del sistema», para preguntarles por la aportación de las propias agencias a la mejora de la enseñanza.

Preguntas y críticas

El director de la agencia, Juan Andrés Legarreta, comentó a GARA que había salido «muy satisfecho» de la reunión, ya que habían hablado de cosas muy interesantes, no solo los ponentes, sino también los asistentes. La participación fue muy elevada; prueba de ello es que las discusiones duraran más tiempo que las propias exposiciones.

«Fue una representación de la visión de lo que debe hacer la agencia de todos los que tienen relación con ella. Y creo que eso ya es muy interesante. Pero a mí me han dejado más satisfecho los comentarios, las preguntas y las críticas realizadas por los presentes», declaró Legarreta. Esa es, en su opinión, la herramienta para poder establecer el ciclo de mejora.

Se propuso mejorar la transparencia en la agencia y mantener los criterios; es decir, no cambiar el programa o el tipo de examen a mitad de curso. Se estudió cuáles pueden ser las causas de que se den estas situaciones y qué se puede hacer para corregirlas, desde un enfoque positivo.