Urkullu veta en Nueva York un minuto de saludo de Izagirre
Un vídeo de saludo del alcalde de Donostia, Juan Carlos Izagirre, de apenas un minuto de duración, para la gala del centenario de Euzko Etxea de Nueva York, se convirtió en caballo de batalla entre Lehendakaritza y los organizadores del acto. Iñigo Urkullu amenazó con no acudir si no se retiraba y recordó la subvención concedida al centro vasco.
Iñaki IRIONDO | GASTEIZ
«Lehenik eta behin, zorionak, congratulations, New Yorkeko Euskal Etxeari». Así comienza el vídeo de apenas un minuto que el alcalde de Donostia, Juan Karlos Izagirre, remitió a Euzko Etxea de Nueva York al no poder estar presente en la gala de su centenario. En las imágenes se limita a felicitar por los cien años cumplidos y agradecer el trabajo que realizan. Luego, se presenta -ni siquiera hace referencia a qué partido pertenece-, explica que Donostia es la capital con más euskoparlantes y recuerda que en 2016 acogerá la Capitalidad Cultural Europea, lo que ofrecerá una buena oportunidad para difundir el euskara y la cultura vasca en Europa. Reconoce el trabajo que en este sentido realizan las colectividades vascas en el exterior. Y se despide con un «Mila mila esker, thank you very much. Eta, berriro ere, zorionak!».
Algo tan sencillo y simple fue convertido en un incidente diplomático por el lehendakari, Iñigo Urkullu, que también estaba invitado al acto y que amenazó con no acudir si no se retiraba su emisión
La Alcaldía de Donostia envió este vídeo a Nueva York, junto a la estatuilla de una trainera y una placa, como respuesta a la invitación recibida para asistir a la gala del centenario, dado que Juan Carlos Izagirre no podía acudir en persona por otros compromisos previos como la celebración del encuentro internacional de alcaldes.
Desde Lehendakaritza se sostiene que la emisión del vídeo fue introducida por los organizadores de Euzko Etxea a última hora, alterando el guión del acto que estaba «acordado desde hace semanas». Según informó Radio Euskadi, el Ejecutivo autonómico «entiende que la emisión de un único video, de un solo representante institucional de Euskadi no preserva la necesaria pluralidad institucional que debe tener un acto de esas características». Añadió «que es el lehendakari quien representa a todos los vascos».
Aitzol Azurtza, presidente de la Euzko Etxea de Nueva York, se puso ayer en contacto con las autoridades donostiarras y les confirmó lo que ya habían publicado algunos medios: «Nos lanzaron un ultimátum. Nos dijeron que necesitaban una hora para reconsiderar la situación: que o quitábamos el vídeo o no iba el lehendakari. Y cedimos de buena fe». A lo que añadió que «alguien no lo entendió bien; no era un acto de homenaje al lehendakari, sino nuestra fiesta de centenario»
Invitación a las instituciones
La gala del centenario comenzó más o menos puntualmente con la actuación del grupo Kalaka. Pero algo fallaba. Faltaba la delegación gubernamental y los directivos de Euzko Etxea daban indisimulables muestras de malestar y nerviosismo. No era para menos. En el hotel donde se alojaba, el lehendakari había organizado una reunión en la que se decidía si acudían o no a la fiesta.
Por parte del Gobierno de Lakua se aseguraba ayer que desde hacía semanas se había pactado el guión del acto y que el sábado se confirmó su desarrollo. Pero el mismo día de la gala de la Euzko Etxea de Nueva York se remite por correo electrónico un cambio en el guión: el cierre del acto con un vídeo del alcalde de Donostia.
La dirección del centro vasco explica que invitaron a la gala no solo a Urkullu, sino también a sus antecesores Patxi López y Juan José Ibarretxe, a la presidenta de Nafarroa, Yolanda Barcina, y a los alcaldes de las capitales. Salvo Ibarretxe, el resto excusaron su presencia, y Juan Karlos Izagirre envió, además, el vídeo de salutación.
Malas caras y la subvención
El lehendakari y su equipo no aceptaron la emisión de ese vídeo ni al final ni en ningún otro momento de la gala. Durante las negociaciones, recordaron a Euzko Etxea que los actos del centenario estaban en parte subvencionados por de Lakua.
Al final, obligaron a eliminar el vídeo de «la escaleta» del acto. En palabras de Lehendakaritza: «Llegamos a un entendimiento suficiente en cómo desarrollar el acto, acorde con el respeto institucional que debe tener un acto subvencionado en parte por el Gobierno y en el que participa el lehendakari como máximo representante institucional de Euskadi».
La delegación gubernamental accedió al ático de la Quinta Avenida donde se celebraba la fiesta con una hora de retraso. El desencuentro con los organizadores fue incluso físico. Por ejemplo, en el aurresku de honor se situaron separados, lo que hizo que el dantzari bailara de frente a la dirección de Euzko Etxea y no al lehendakari.
En su intervención, el presidente de Euzko Etxea de Nueva York, Aitzol Azurtza, recordó que su organización representa «la diversidad del pueblo vasco», lo que enfatizó con un «repito, la diversidad del pueblo vasco». Quien sabía de lo ocurrido entre bambalinas, entendió el mensaje. La directiva del centro lo arropó con sus aplausos.
EH Bildu ha solicitado la comparecencia del lehendakari en el Parlamento para que explique lo que consideran una «actitud miserable» y un «insulto» a la colectividad vasca en Nueva York, motivada por la «obsesión» del PNV.