Cerca de 2.000 extranjeros fueron detenidos el miércoles por la noche en Moscú con la excusa de verificar su documentación. Un portavoz policial, citado por la agencia Interfax, indicó que como resultado de las actuaciones policiales, «más 140 personas han sido expedientadas administrativamente por incumplir la legislación de extranjería».

Las autoridades de Moscú han lanzado una fuerte ofensiva contra la inmigración. El lunes -un día después de las protestas racistas que tuvieron lugar en el barrio de Biriuliovo por la muerte de un joven ruso a manos presuntamente de un inmigrante azerí-, la Policía arrestó a 1.200 personas en un mercado mayorista de este suburbio de la capital rusa, donde el miércoles fue hallado el cadáver de un uzbeko muerto a puñaladas.

El alcalde, Sergei Sobianin, anunció entonces más redadas contra los inmigrantes.