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crisis en fagor electrodomésticos

Atribuyen el cierre a errores estratégicos y a una gestión oscura

Mientras la conmoción inicial daba paso al pesimismo entre los socios de Fagor Electrodomésticos, algunas voces críticas comenzaban ayer a apuntar los fallos que han llevado a la cooperativa al preconcurso de acreedores. Ahots Kooperatibista atribuye lo sucedido a «errores tácticos y estratégicos» y critica el «oscurantismo» de los gestores, al tiempo que apoya la manifestación convocada para hoy a las 12, porque «hay que movilizarse para salir lo mejor posible de este entuerto».

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Joseba SALBADOR | DONOSTIA

La corriente crítica Ahots Kooperatibista, que hace ya unos meses solicitó la renovación del Consejo Rector de Fagor Electrodomésticos y defendió el mantenimiento del empleo en las plantas vascas, emitió anoche un comunicado en el que vaticina que, «en unas semanas», la cooperativa se adscribirá al concurso de acreedores, lo que califica de «una noticia triste, en su lado práctico y también simbólico para el conjunto del cooperativismo».

Tras reconocer que la crisis «ha aportado su grano de arena» a esta situación, añade que «es evidente que la deriva de esta empresa apunta a errores tácticos, pero también estratégicos en cerca de la última década e incluso más. A estas alturas -añade- no hace falta decir que la situación que vive Fagor Electrodomésticos deviene, en gran medida, de gestiones desastrosas, proyecciones de futuro francamente criticables y mucha penumbra y oscurantismo».

En este sentido, y aunque rechaza entrar en denuncias personales, Ahots Kooperatibista afirma que «no debería estar de más esclarecer la responsabilidad de directivos y gestores, de quienes teniendo hoy puestos de máxima relevancia en MCC (Mondragón), jugaron no hace mucho, cuando se estaba larvando este fiasco, un papel decisivo en el ejercicio de las acciones inherentes a sus puestos directivos. Responsabilidades legales, difíciles de objetivar, y responsabilidades políticas».

Tras mostrarse partidario de «romper el muro de silencio existente», esta corriente crítica defiende la necesidad de movilizarse «para salir lo mejor posible de este entuerto y recomponer, en lo posible, los cristales rotos de la gran crisis de Fagor Electrodomésticos».

Así, reivindica que «ningún socio se quede sin puesto de trabajo» y que si esto no es posible, se pongan en marcha «prejubilaciones dignas» y reubicaciones «con el máximo de humanismo, lejos de desprecios y prepotencias».

Junto a ello, exige la devolución de los capitales sociales a quienes lo soliciten y el mantenimiento del sistema de pensiones propio «para que nuestras jubilaciones sean mínimamente dignas».

Por último, Ahots Kooperatibista constata que lo sucedido en Fagor, aunque rebate la idea de la «superioridad innata del cooperativismo para hacer una mejor gestión empresarial», también demuestra que el cooperativismo «también tiene fortalezas».

De la conmoción al pesimismo

Entretanto, durante la jornada de ayer se sucedieron las reuniones entre socios cooperativistas, alcaldes de la comarca y responsables institucionales, aunque seguían sin despejarse las principales dudas y temores.

Ésta fue la idea general transmitida por los socios cooperativistas al abandonar la reunión celebrada ayer por la mañana en el teatro municipal Amaia de Arrasate con representantes del Consejo Rector de la empresa.

«No hay nada claro. Si hay que hacer frente a las deudas -alrededor de mil millones de euros- creo que tendríamos que salir corriendo», comentaban al abandonar la sala los socios de la empresa, quienes se lamentaban de que, en principio, pasan todos a engrosar las listas del paro.

La conmoción inicial del miércoles dio paso ayer al pesimismo entre los afectados, algunos de los cuales aseguraban a los periodistas que los 1.800 trabajadores afectados son «muchos» para ser recolocados en otras cooperativas del grupo. Otros temían por sus «aportaciones» y otros incluso por su patrimonio debido a su condición de socios de la empresa.

Por su parte, empleados de la planta de Basauri, que se encuentra ya cerrada, manifestaron su temor de que estén «a la cola de todos», ya que los trabajadores de esta fábrica se rigen por el régimen de la Seguridad Social y creen que el proceso de recolocación va a centrarse en el resto de socios cooperativistas, acogidos al régimen de autónomos, que pasarán a cobrar una prestación equivalente al 80% de su salario a través de Lagun Aro, la aseguradora del grupo Mondragon.

En todo caso, subrayaron que «no se van a dejar pisar» y anunciaron que han organizado autobuses desde la planta de Basauri para acudir a la manifestación convocada hoy a las 12 del mediodía en Arrasate, que unirá la planta de San Andrés con la sede central de la Corporación Mondragon.

Recolocaciones

Fuentes del grupo cooperativo reiteraron ayer su compromiso de gestionar de la manera «menos traumática posible» la situación de los excedentes laborales de la compañía, a través de reubicaciones, prejubilaciones o indemnizaciones.

Según un documento interno al que tuvo acceso este diario, Corporación Mondragón pretende mantener al menos 1.000 empleos de los cerca de 1.600 socios cooperativistas. Así consta al menos en una carta remitida por el presidente de la Corporación Mondragon, Txema Guisasola, y el presidente de la Comisión Permanente, Agustin Markaide (Eroski), a las diferentes cooperativas que conforman el grupo.

Además de las reacciones de los trabajadores, ayer volvieron a sucederse las valoraciones de los agentes sociales, como los sindicatos, a pesar de que no tienen representación en las cooperativas.

ELA y UGT coincidieron en señalar que las reducciones salariales no tienen ningún recorrido y solo sirven para agravar el problema, mientras la secretaria general de LAB, Ainhoa Etxaide, aseguró que la situación de la compañía no significa «que se haya caído el cooperativismo», porque esta fórmula «funciona». «Lo que se ha caído definitivamente son las fórmulas neoliberales o el apostar por hacer grandes beneficios, especulando con escasa inversión».

En estos cuatro meses, la compañía tendrá que intentar renegociar su deuda y elaborar un plan de viabilidad, que establecerá con exactitud el número de socios que dejarán de trabajar en la empresa, que podría salvar algunas de sus líneas de negocio y cerrar otras, tras reducir en cinco años sus ventas un 37%.

Fagor sostiene que intentará evitar la liquidación

Fagor Electrodomésticos aseguró ayer que «va a intentar» por todos los medios que la empresa siga adelante y se evite su liquidación. Explicó que se inicia un plazo de cuatro meses en el que tendrán que negociar y se va a «intentar a tope» que la cooperativa siga adelante y se evite la liquidación. «Confiamos en poder sacarla adelante», añadió.

Precisamente, el Gobierno de Lakua realizaba ayer un emplazamiento a los responsables de Fagor para que eviten su liquidación y opten por su «viabilidad» mediante una «reestructuración ordenada» que permita salvar el máximo de empleo posible.

Entretanto, el diputado de Innovación de Gipuzkoa, Jon Peli Uriguen, y el alcalde de Arrasate, Inazio Azkarragaurizar (Bildu) se reunieron ayer para analizar el impacto del preconcurso de acreedores, sobre todo en el empleo de la comarca.

El primer edil llamó a reflexionar para detectar «qué se ha hecho mal para llegar a esta situación», mientras el diputado señaló que «hay que intentar remar para que las afecciones que pueda tener esta situación sean lo mínimamente posibles».

GARA

De 24 empleados a más de 5.000

1956

Fagor Electrodomésticos, la empresa que dio origen al grupo Mondragon, surgió en el año 1956 cuando Luis Usatorre, Jesús Larrañaga, Alfonso Gorroñogoitia, José María Ormaetxea y Javier Ortubay, cinco antiguos alumnos de la Escuela Politécnica -fundada por José Mª Arizmendiarrieta- compraron el taller Otalora de Gasteiz. Llamaron a la empresa Talleres Ulgor, palabra formada por las iniciales de sus apellidos, y con una plantilla de 24 personas, comenzó a fabricar estufas y cocinas de petróleo.

1959

Siguiendo las ideas de Arizmendiarrieta, en 1959 transformaron la empresa en cooperativa. El taller de Gasteiz se trasladó a Arrasate y en 1959 registraron como marca Fagor, aunque oficialmente continuó siendo Ulgor hasta 1990. Contribuyó decisivamente a la formación de otras cooperativas, que dieron lugar al embrión de MCC.

1999

En 1999 adquirió el grupo polaco Wrozamet, por el que pagó 31 millones de euros, y en 2005 la francesa Brandt, lo que le supuso un desembolso de 162 millones de euros, financiado en un 55% por crédito externo. Hasta esta semana, contaba con 5.622 empleados, cinco plantas en Euskal Herria, otras ocho en el Estado francés, Polonia, Marruecos y China, y filiales en los cinco continentes.

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