Eibar | Tercera eliminatoria copera
Los armeros se desangraron en dos saques de esquina
Los pupilos de Gaizka Garitano no estuvieron para nada finos a la hora de defender las jugadas de estrategia, lo que les costó muy caro ante el Alcorcón.
EIBAR 1
ALCORCÓN 2
Natxo MATXIN
El Eibar completó el nefasto rendimiento de las escuadras vascas en la tercera eliminatoria copera -el miércoles Alavés y Laudio cayeron a los penaltis, mientras el Tudelano encajó una goleada-, siendo eliminado por un Alcorcón que supo aprovecharse muy bien de los errores locales a la hora de defender los saques de esquina.
Quizás fruto de que la parte de atrás estuvo formada por futbolistas poco habituales, la escuadra armera concedió más de lo debido en sendos lances de estrategia que, a la postre, fueron una losa demasiado pesada. Tanto que ambas jugadas, aunque los anfitriones le pusieron más ganas que fútbol, resultaron decisivas para inclinar la balanza del lado madrileño.
Los suplentes del Alcorcón -jugó con tres titulares, el Eibar lo hizo con cuatro- resultaron bastante más efectivos y eso marcó diferencias. Hasta la llegada de los goles, el encuentro transcurrió por unos derroteros bastante igualados, aunque fue Morales, el más entonado del primer periodo, el que pudo adelantar a los suyos, si no se hubiese topado con Manu al cuarto de hora. Nada extraño si nos atenemos a la reciente dinámica armera, bastante justita en cuanto a la eficacia.
Capa también dispuso de su oportunidad cinco minutos después, pero su disparo cruzado no encontró portería, mientras las llegadas del Alcorcón eran más tímidas, hasta que llegó el desafortunado corner en el que Urko Vera anotó en propia puerta un gol psicológico, a falta de un minuto para el descanso.
Reacción sin premio final
Gaizka Garitano movió fichas para buscar la reacción y más profundidad de su escuadra tras el paso por vestuarios. Lo consiguió, pero pasada una buena cantidad de minutos, pues el primer tramo de la segunda mitad se caracterizó por un Eibar con posesión sin mordiente ni llegada a la portería de un rival que, cómodo, aguardaba a la contra la posibilidad de finiquitar el choque.
Fueron, por contra, los azulgranas quienes igualaron el electrónico cuando más lo necesitaban. Un remate de cabeza muy inteligente y complicado de Capa instalaba el 1-1 en el marcador y hacía justicia a los méritos de unos y otros. El gol espoleó a los eibartarras quienes, con envíos profundos y cruzados, hacían daño en las filas del adversario. Hasta en dos ocasiones posteriores, el banderín del asistente -acertó el linier- impidió el revolcón.
La prórroga parecía una opción interesante para el Eibar, más entero físicamente, pero la falta de tensión defensiva en otro corner echó por tierra las posibilidades vascas. Esta vez, en lugar de despejar, se peinó un balón al segundo palo, en el que estaba esperando el oportunista Cristian Alfonso. A partir de ahí, el envite entró en una fase de continuos parones, con pérdidas de tiempo y multitud de tarjetas en las que el Eibar salió peor parado.
A diferencia de lo que ocurrió frente al calco del partido de ayer, pero en Liga, y de la visita al Rico Pérez, el Eibar sí que consiguió anotar. El problema es que en esos dos envites no había encajado y ayer lo hizo por partida doble.