La victoria arrebatada de las manos
Los hombres de negro ganaban 44-59 en el último cuarto y encajaron un parcial de 31-13. Panko taponó el triple final de Raúl López.
FUENLABRADA 75
BILBAO BASKET 72
Arnaitz GORRITI
Perder duele, haya ido como haya ido el encuentro. Perder duele siempre, pero cuando la derrota llega después de haber dominado todo el partido, tal y como le pasaba ayer a Bilbao Basket ante el Fuenlabrada, escuece un poco más.
Los hombres de negro sumaron méritos de sobra para haber estrenado su casillero liguero de triunfos, pero su rival se la jugó a triples -11 de 25- en los últimos minutos, apretando al máximo en defensa y con Feldeine a la cabeza en ataque, e igualó un partido perdido. Y ya en el último minuto, un triple del ex de Gipuzkoa Basket Paunic y varios tiros libres de Andy Panko, voltearon el duelo. Para postre, el alero de Harrisbourg sentenció el choque colocando un taponazo a Raül López, cuando el de Vic se levantó para buscar la prórroga con un triple.
El partido fue vizcaino desde el primer momento. Pese a las puntuales reacciones locales, el partidazo de Mumbrú y el buen hacer de Grimau -que casi jugó más tiempo de escolta que de base, mientras que el debutante Bertans, que coincidió casi siempre con el barcelonés en la cancha, ejerció de recambio natural de Raül López- era más que suficiente para dominar el marcador: 14-23 al final del primer cuarto y 33-40 al descanso. Los fuenlabreños sobrevivían gracias a una racha del ex de Bilbao Basket Román Montañez.
Con el tercer cuarto se vieron los mejores minutos hasta la fecha de Carmichael, y aunque los locales no se querían dar por vencidos, la renta bilbaina se mantenía sobre la decena.
Sin poder sentenciar
Después de entrar en el último cuarto con 44-55 en el marcador, una canasta de Gabriel y dos tiros libres de Mumbrú -enorme el badalonés, 22 puntos y 7 rebotes para 32 de valoración- elevaban un 44-59 que parecían sentenciar el partido. Pero no. El Fernando Martín se alió con su magia, Feldeine se lió la manta a la cabeza, y aprovechándose de que los bilbainos lo vieron ganado, endosaron un parcial de 20-5 a su rival, de forma que el duelo quedaba empatado a 64 con mucho tiempo aún por jugarse.
Sin embargo, parecía que Mumbrú tomaba el control del partido, ya que sumó cinco puntos para establecer el 64-69. Pero el Fuenlabrada empató y, después de que Germán Gabriel solo anotara un tiro libre, el partido entraba en el último minuto con 69-70 para Bilbao Basket.
Ahí se precipitó todo. Feldeine encontró liberado a Paunic más allá de los 6,75 metros, y este no lo desaprovechó. Acto seguido, Raül López empataba a 72 tras superar a Cabezas. Andy Panko, muy apagado hasta el final, elevaba el 74-72 desde la línea de tiros libres.
El de Harrisbourg arrebató la victoria a Bilbao Basket. Raül López erró un triple, y Panko agarró el rebote. Después solo anotó un tiro libre, pero enmendó su error en defensa; Raül López se quedó sin tiempo para amagar, y el ex de Bilbao Basket y GBC le colocó el gorro que cambiaba el destino del choque.
El semblante de Rafa Pueyo reflejaba la tristeza del su equipo. El entrenador de los hombres de negro, pese a la desazón, remarcó que «el equipo ha dominado durante 33 minutos», y auguró que «jugando a ese nivel, defendiendo así, sin lugar a dudas que vamos a competir bien y ganaremos partidos».
«Hemos tenido el partido controlado durante 33 minutos. Creo que hemos hecho un muy buen baloncesto, tanto en defensa como en ataque, buscando las ventajas al rival donde creíamos tenerlas», analizaba.
«Pero en siete minutos se nos ha escapado. Ellos han tenido un gran acierto, especialmente en el tiro exterior, sobre todo un gran James Feldeine, que ha estado espectacular en el último cuarto, y al que no hemos podido parar», amentaba.
El preparador bilbaino valoró de forma positiva la labor defensiva de sus muchachos, contrastando con la debacle del último período. «Nos han hecho 44 puntos en 33 minutos, pero nos han metido 31 en los últimos instantes. Pero bueno, tenemos que seguir trabajando, ya que creo que trabajando así, jugando y defendiendo de esta manera, sin duda que seremos competitivos y podremos ganar», opinaba.
Con la derrota aún caliente, Rafa Pueyo no trataba de buscar demasiadas explicaciones a lo sucedido en el tramo final, por mucho que el cansancio físico tuviera un lugar en su reflexión.
«Hemos dominado el ritmo claramente durante 30 minutos, haciendo un gran partido. Pero al jugar fuera, quizás debido a cierto desgaste físico, nos ha pesado y no hemos sido capaces de ganar», repitió. No obstante, quiso incidir en que «confío en que el equipo siga trabajando así y que lleguen las victorias». A. G.