Al menos 43 personas murieron ayer en un atentado kamikaze cometido con un camión cargado con 1,5 toneladas de explosivos contra un retén militar en Hama, en el centro de Siria. En el momento de la detonación pasaba por la zona un camión cargado con bombonas de butano que también estalló.

«Al menos 43 personas, entre ellas soldados del régimen, murieron cuando un hombre hizo estallar un camión cargado de explosivos en un retén, cerca de una empresa de vehículos agrícolas, en la carretera entre Hama y Salamiyé», señaló el opositor Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), que advirtió que el número de víctimas podría aumentar, ya que «hay decenas de heridos, algunos de ellos en estado crítico».

Previamente, la televisión estatal informó del atentado, diciendo que hubo muertos y heridos, sin más precisiones. «Hubo una explosión de un coche bomba terrorista cerca de una empresa de vehículos agrarios en los alrededores de Hama», señaló el canal, añadiendo que «varias personas resultaron muertas o heridas».

En este contexto de violencia, el secretario general de la Liga Árabe, Nabil al Arabi, anunció en una rueda de prensa conjunta con el mediador internacional para Siria, Lajdar Brahimi, que la conferencia de paz sobre Siria se celebrará el 23 de noviembre en Ginebra. Al Arabi recordó que la Liga Árabe pidió un cese temporal de las hostilidades con motivo de la festividad del Sacrificio, celebrada la semana pasada, sin que ninguna de las dos partes respondiera.

«Esperamos que la conferencia sirva para poner fin a los combates y al continuo derramamiento de sangre, porque ya es hora de que acabe», apuntó.

Brahimi manifestó su deseo de que tanto el régimen como la oposición acudan al encuentro, denominado Ginebra 2, para iniciar una «etapa transitoria para construir una nueva Siria». Advirtió de que el conflicto sirio supone el peligro más grande para la paz mundial, por lo que es urgente ponerle fin.

El Consejo Nacional Sirio, el grupo más importante dentro de la Coalición Nacional Siria (CNFROS), rechazó participar en esta coferencia. Brahimi salió ayer de El Cairo sin entrevistarse con una delegación de la CNFROS, encabezada por uno de sus dirigentes, Haizam Maleh, quien informó de la suspensión de esa cita. «¿Cómo puede celebrarse mientras los criminales siguen matando indiscriminadamente, sobre todo a niños y mujeres?», preguntó.