El Consistorio bilbaino no acaba de despejar cuál es su plan de futuro para el ascensor de Begoña después de que la empresa concesionaria haya comunicado al Ejecutivo de Lakua su intención de abandonar a partir del 9 de febrero de 2014 su gestión por falta de rentabilidad. En una comisión informativa, el concejal de Transportes, Asier Abaunza, incidió ayer una y otra vez en que la responsabilidad sobre la infraestructura recae en el Gobierno autonómico y que el Ayuntamiento no asumirá ninguna a pesar de que el elevador transportó a 388.000 personas en 2012 entre la calle Esperanza y Mallona.

Abaunza subrayó que la competencia es de Lakua, a quien la empresa que gestiona el servicio desde 1943 comunicó el 9 de agosto su intención de dejar la concesión administrativa en el plazo de seis meses. La falta de rentabilidad del negocio fue el argumento esgrimido, al estimar que con el número de usuarios y la actual tarifa de 45 céntimos no se satisface ese objetivo.

Ante repetidas demandas a Abaunza por parte de EH Bildu y PSE para que aclarase cómo podría mejorarse el rendimiento del negocio, desechado un aumento del precio del billete, el concejal delegado de Transporte dejó entrever que una vía sería la de la ayuda o subvención, dado el servicio público que se presta. En las últimas jornadas, las instituciones implicadas han indicado que estudian «alternativas» al elevador, entre ellas la de acometer obras de reforma de la instalación. En todo caso, el Ayuntamiento rehuye hacerse cargo de la gestión.

En lo que coinciden la administración municipal y la autonómica es en que la conclusión de la concesión se haga de forma «rápida y ordenada», partiendo de la premisa de que no habrá una empresa que opte a la explotación del servicio. Lo cierto es que desde 1996, cuando se puso en marcha el ascensor del metro, muchas han sido las personas que han dejado de usar el elevador. La oposición en el Ayuntamiento viene defendiendo que se mantenga por ser «emblemático» y resultar un elemento de atracción turística en pleno centro de la villa.

A este respecto, EH Bildu ha presentado una moción al pleno en la que se insta al Gobierno de Lakua a que repare las deficiencias del ascensor de Begoña y posteriormente ceda al Consistorio su titularidad, solución que el PNV parece rechazar. La coalición estima que Lakua ha permitido que la calidad del servicio se resienta al no invertir en su mantenimiento. «El Ayuntamiento de Bilbo tiene ahora la oportunidad de revertir esta situación y ofrecer a la ciudadanía un servicio acorde a los estándares que rigen en el resto de ascensores que gestiona desde la sociedad municipal del Funicular de Artxanda», defendieron.

En esa línea, presentarán en la Cámara autonómica una proposición no le ley solicitando al Gobierno de Iñigo Urkullu «que asuma la parte de responsabilidad que le corresponde».