EEUU y sus aliados tratan de arrastrar a la oposición siria en el exilio a Ginebra
En un intento de vencer la resistencia de la oposición siria a negociar, EEUU y Gran Bretaña han prometido que al-Assad no tendrá ningún papel en el futuro del país. Mientras, el presidente sirio trata de alimentar las discrepancias cargando contra los HM sirios.
GARA | LONDRES
Los titulares de Exteriores de EEUU y Gran Bretaña, John Kerry y William Hague, trataron de limar las resistencias de la oposición siria en el exilio para participar en la conferencia Ginebra II en noviembre asegurando que «no hay lugar» para el presidente Bashar al-Assad en el futuro político de Siria.
Reunido en el Palacio de Lancaster, el llamado «Grupo de Amigos de Siria», que agrupa a once países occidentales y árabes, acordó canalizar sus esfuerzos a través de la conferencia para lograr «un gobierno transitorio, de mutuo consentimiento y con poderes ejecutivos completos», tal y como se detalló en Ginebra I en junio de 2012, señaló Hague, quien puntualizó que «por definición, mutuo consentimiento implica que solo puede ser acordado con el consentimiento del Consejo Nacional Sirio, con lo que al-Assad no desempeñaría ningún papel en el Gobierno futuro de Siria».
El Consejo Nacional Sirio, principal subgrupo de la opositora Coalición Nacional, rechaza acudir a la conferencia. Su presidente, Georges Sabra, exige un final de los ataques «contra los civiles sirios».
Al-Assad recula
El propio presidente sirio arrojó un jarro de agua fría el lunes al apuntar que «todavía no hay condiciones» para garantizar el éxito de las negociaciones. Además, arremetió duramente contra los Hermanos Musulmanes sirios, una de las principales formaciones opositoras, a la que acusó de ser «un grupo terrorista y oportunista».
Al-Assad anunció que podría presentarse a las presidenciales de 2014 y cargó contra el enviado de la ONU, Lajdar Brahimi, de gira por Oriente Medio, y al que recordó que «un mediador tiene que ser neutral».
El secretario de Estado de EEUU se apresuró a señalar que «si piensa arreglar los problemas presentándose a las elecciones, le digo que lo único cierto es que esta guerra no teminará mientras él siga donde está».
No obstante, Kerry lanzó un mensaje claro a la oposición: «Sin solución negociada la masacre va a seguir y se va a intensificar» , advirtió. «Cuanto más dure este conflicto más sectario será y más poder tendrán los extremistas», insistió, poniendo el énfasis en la principal preocupación de Washington. «Ninguno de los bandos está ganando militarmente y hay riesgo de implosión de Siria», concluyó.
El Ejército sirio bombardeó con aviones y helicópteros posiciones rebeldes en torno a Alepo y Damasco. Paralelamente, al menos dos personas murieron en un ataque rebelde a la localidad drusa y cristiana de Jaramana.