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Eroski y Fagor, ante el reto judicial por las subordinadas

En enero comenzará la vista de la primera demanda colectiva de afectados por las Aportaciones Subordinadas de Eroski y Fagor. En un momento delicado por la crisis generada en Electrodomésticos, y con Eroski atravesando serias dificultades, las acusaciones de vender «engañosamente» este producto complican más la situación de ambas cooperativas.

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Alberto CASTRO | BILBO

En medio de la sonada crisis de Fagor Electrodomésticos, las Aportaciones Financieras Subordinadas (AFS) se han convertido en un gran dolor de cabeza para Fagor y Eroski, las dos cooperativas de Corporación Mondragon que se enfrentan a serios problemas, incluso de supervivencia en el caso de la primera, atrapados por deudas gigantescas de difícil digestión. Por el momento, su muro de defensa para las AFS se encuentra en las sedes judiciales, a las que han comenzado a acudir los titulares.

La primera demanda colectiva, que lleva al banquillo de los acusados a Eroski y BBVA, será vista el 21 y 22 de enero de 2014, pero el 16 de octubre se conoció ya una sentencia previa dictada por la Audiencia Provincial de Araba en la que se daba la razón al demandante y se condenaba a la entidad comercializadora, Caja Laboral, al pago de 14.800 euros invertidos en AFS de Eroski, aunque ordena al cliente devolver 3.300 euros por los intereses recibidos.

La amenaza de liquidación que ahora pende sobre Fagor, pese a sus esfuerzos para lograr la continuidad con otra dimensión, añade un nuevo elemento de presión para los tenedores de sus aportaciones. Es justo ese hecho, el posible cierre de la cooperativa, el que les pone frente a las consecuencias de uno de los artículos fijados en el folleto informativo de las AFS: el vencimiento no tendrá efecto hasta la liquidación.

Éxito de colocación

Pero en el comienzo de la historia, cuando emitieron AFS entre 2002 y 2007 por un valor conjunto de 845 millones de euros -Fagor, 185 millones, y Eroski, 660 millones-, nadie preveía una situación tensa como la actual, dado que se daba por hecha la solvencia de ambas cooperativas y el respaldo del grupo Mondragon. El éxito entre los suscriptores fue rotundo y se vieron obligadas a ampliar las emisiones y realizar prorrateos para repartir los títulos.

Los titulares de AFS, que estaban expectantes al inicio del conflicto de las participaciones preferentes, fueron cayendo en la cuenta de que podrían tener características similares. Evidentemente, no todos desconocían el carácter perpetuo -la losa principal- y su posición en la lista de cobro por detrás de todos los acreedores comunes en el peor de los escenarios, la liquidación de la empresa. Pero muchos de ellos, sobre todo desde los primeros meses de 2012, dijeron sentirse engañados al comprobar en su reclamación que el único modo de recuperar el dinero era a través del mercado de renta fija AIAF.

En Fagor, el brillo de la inversión de las AFS comenzó a declinar, para la emisión de 2004, a partir de noviembre de 2009, y un año más tarde se producía el hundimiento de su precio. Para la emisión de 2006 el derrumbe llegaba en mayo de 2010. En el caso de Eroski, la emisión de 2002, que engloba también a las de los dos años posteriores, el desplome acontece en febrero de 2012, mientras que la emisión de 2007 se cambia por el 100% del nominal la última vez, de acuerdo a AIAF, el 24 de octubre de 2011. En la actualidad, las AFS de Fagor pierden el 90%, y las de Eroski más de un 60%.

No al mercado

Pero los tenedores de esta suerte de preferentes no quieren saber nada de mercados. En su defensa señalan que fueron engañados al entender su inversión, que ellos califican de ahorro, como algo similar a un plazo fijo y con fecha de amortización predeterminada de 5 años. Por tanto, eran ajenos a los mecanismos utilizados para poder hacer efectiva la devolución de su dinero. Muchos ignoraban el riesgo que suponía depender del mercado AIAF o de encontrar un comprador.

Algunos se percataron de esta situación cuando se les comunicaba en julio de 2012 que las AFS se negociarían a partir de entonces en la plataforma SEND, un mercado de renta fija dentro de AIAF destinado a facilitar el acceso de los pequeños inversores y ofrecer una mayor transparencia en la formación de precios. El modo de anotar en cuenta la inversión de los clientes a partir de ese momento, con su actualización a valor de mercado, hizo que el conflicto comenzara a generalizarse.

En estos momentos, a la luz de los argumentos empleados por los afectados, el punto fundamental es discernir si el engaño que proclaman se ha debido a la comercialización fraudulenta del producto o si los emisores han podido incurrir en «publicidad engañosa». De cara al próximo juicio, el debate no se encuentra focalizado en los folletos informativos de las emisiones, todos ellos de factura impecable y aprobados por la CNMV, sino en la traslación fiel de sus términos a los compradores y el posible abuso de confianza de los empleados de las entidades financieras.

En otro plano, el verdaderamente peligroso para las cooperativas, se dilucidará su responsabilidad en la información aportada al público para su comercialización. Es más, los titulares colocan en la diana de sus demandas a ambas cooperativas afirmando que son las verdaderas responsables del engaño, pese a que son ajenas a su comercialización, cuentan con el folleto informativo pertinente y han cumplido estrictamente con su obligación de pagar los intereses anuales sin atender a la obtención de beneficios, un detalle esencial que les separa de las participaciones preferentes.

En concreto, Eroski ha repartido ya un montante de 270 millones de euros desde 2003, mientras que Fagor habría destinado 82 millones de euros. El interés máximo pagado por la cooperativa de distribución para su emisión del 2007 ha sido del 6,86%, y el mínimo, el 3,12%, correspondiente al ejercicio de 2012. En la emisión de 2002, que integra las de 2003 y 2004, el pago más elevado llegó al 7,36%, y el más bajo, al 3,62%, también en 2012. En el caso de Fagor, las AFS alcanzaron su techo de rentabilidad en el 8,29%, mientras que el interés más bajo es del 4,04%, correspondiente a 2012.

Supervivencia

Un fallo contrario a las posturas de ambas cooperativas elevaría aún más el listón de la supervivencia para Fagor y pondría otra piedra en el camino de la recuperación de Eroski. La dirección de está última ha dejado claro que no existe la posibilidad de amortizar las AFS, como piden los titulares, ya que la situación financiera y los acreedores lo hacen, a día de hoy, imposible. Los problemas, además, podrían alcanzar en el futuro a Laboral Kutxa si los jueces dan la razón a los demandantes de forma mayoritaria, dado que Caja Laboral comercializó casi 240 millones en AFS.

Por tanto, ahora les toca a los juzgados dirimir este conflicto en el que los afectados deberán demostrar que fueron engañados y que no obtuvieron la información necesaria para valorar los riesgos de la inversión. En el momento de estas colocaciones, además, no estaba vigente la Directiva de Mercados de Instrumentos Financieros (MiFID) en la que se establecen mecanismos explícitos de transparencia y de protección de los inversores.

Por otra parte, dentro de la lucha por defender sus posiciones, grupos de titulares de AFS están protestando en los centros de trabajo y boicoteando a las compañías de Mondragon acusándolas de ser responsables directos de su situación.

más problemas

Un fallo judicial contrario a las posturas de ambas cooperativas elevaría aún más el listón de la supervivencia para Fagor y pondría otra piedra en el camino de la recuperación de Eroski.

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