Argentina: toque de atención al oficialismo frente a muchas oposiciones que no son un frente unido
Los resultados de las elecciones legislativas de Argentina confirmaron que el Frente para la Victoria de Cristina Fernández de Kirchner sigue siendo la primera minoría, con un 32,5% de los votos y que aun no teniendo mayoría propia, mediante alianzas fijas o variables, según los proyectos que se voten y las estrategias de bloques, conservará las claves de la gobernabilidad mediante el control de Congreso. Lejos de discursos prefabricados que hablan de derrota gubernamental y de cambio de ciclo, el oficialismo -con seis puntos más, ganando en doce de los veinticuatro distritos (aunque pierde en los cinco más poblados)- tiene motivos para interpretar el toque de atención, repasar su gestión, la talla de sus candidatos y las tácticas electorales.
La oposición, con buenos resultados en sus bastiones, está lejos de constituirse como frente unido. Emerge la figura de Sergio Massa, que con un 43% ganó en Buenos Aires, y medios de comunicación como «Clarín» ven en él al candidato neoliberal -aunque con una retórica social inflamable- que en 2015 puede disputar la presidencia al oficialismo. Pero a día de hoy, eso es más la expresión de un deseo que una realidad dada.