El Partido Popular sigue queriendo engatusar a quienes el domingo les abuchearon en la concentración de la Plaza de Colón. Y, para ello, por una parte insisten en su cercanía con las asociaciones de víctimas convocantes, por otra intentan cuestionar el compromiso de los partidos que no se sumaron a la movilización y siguen criticando a la Corte de Estrasburgo y, por último, utilizan como reclamo la inclusión en el futuro Código Penal de la cadena perpetua revisable, una medida que en ningún caso se podrá aplicar a los militantes de ETA encarcelados en la actualidad. Además, la fundación FAES, que preside José María Aznar, insiste en atribuir la culpa de lo ocurrido a José Luis Rodríguez Zapatero.

El PP tuvo ayer la reunión semanal de su dirección y a la salida la secretaria general, María Dolores de Cospedal, trató de minimizar el impacto de los abucheos con los que la cúpula de Génova fue recibida en la protesta de la AVT. Llegó a decir que comprendía la «crispación» de las víctimas. Además, volvió a señalar al Tribunal de Derechos Humanos de Estrasburgo e insistió en la tesis de que la sentencia debe de ser estudiada individualmente. En esto, el partido que sostiene el Gobierno español sigue haciéndose trampas al solitario ya que, si bien es cierto que en el Derecho Penal los casos se estudian uno a uno, la sentencia favorable a Del Río también se extiende a otros afectados, tal y como señaló ayer mismo la propia Audiencia Nacional.

Tras recordar que el PP ha planteado que la próxima reforma del Código Penal incluya la cadena perpetua revisable, María Dolores de Cospedal destacó que cuando se oficialice la reforma, «nunca más un tribunal de fuera de nuestro país podrá desvirtuar o aplicar de una manera distinta a lo que hace la doctrina del Tribunal Supremo o del Tribunal Constitucional las leyes penales españolas».

María Dolores de Cospedal justificó la presencia del PP en el acto del domingo asegurando que pretendían «estar con las víctimas». «Estamos en un Estado de Derecho y hay que acatar las sentencias, pero nosotros pensamos que había que estar con las víctimas».

La número dos del PP también se refirió a los abucheos recibidos por muchos de sus altos cargos. «Con independencia de los comportamientos, en esa manifestación quien estuvo fue el PP. Otros partidos no estaban. Algunos porque no han estado nunca y otros porque solo están cuando les interesa», insistió, para afirmar luego que quienes insultaron a los dirigentes del partido del Gobierno eran «una minoría».

En cualquier caso, la secretaria general del partido calificó de «injustas» las calificaciones de «traidor» que recibieron representantes del PP de la CAV como Iñaki Oyarzábal, que ayer siguió en directo las explicaciones de Cospedal.

Finalmente, la secretaria general del PP mostró su voluntad de establecer un diálogo directo con las asociaciones de víctimas de ETA que el domingo se movilizaron contra la sentencia del Tribunal de Estrasburgo.

Mariano Rajoy quiso disociar la partido del Gobierno y mientras el PP secundaba la convocatoria, los miembros del Ejecutivo se quedaron al margen. Sin embargo, varios ministros se pronunciaron ayer sobre la concentración, mostrando su cercanía a los convocantes.

El titular de Interior, Jorge Fernández Díaz, aseguró que las víctimas tienen toda la «comprensión, solidaridad, afecto y cariño del Gobierno en momentos como éste» y consideró lógico que se sientan «indignadas y hasta humilladas» ante un hecho «especialmente doloroso», no solo para ellas sino también para el Ejecutivo. También habló el ministro de Justicia.

Memoria selectiva de FAES

Junto al PP, la fundación FAES que preside José María Aznar está llevando el peso de tratar de que la indignación generada en algunos sectores por la sentencia de Estrasburgo se dirija contra el PSOE. Hace una semana estableció el nexo entre la sentencia y el último proceso negociador. Ayer, el secretario general de FAES, Francisco Javier Zarzalejos, publicó en la web de la fundación un articulo titulado «No es por señalar» en el que recuerda una intervención de José Luis Rodríguez Zapatero en el Congreso, de nada menos que 1991, en el que el entonces joven diputado del PSOE actuó como portavoz de la posición de su partido en contra de una propuesta del PP par el cumplimiento íntegro de las penas.

En el texto, Zarzalejos dice que «no es por señalar. Pero en estos tiempos de memoria confusa y descalificación generalizada conviene hacer un mínimo esfuerzo de recuerdo para distinguir los errores de unos y de otros», y ofrece también extractos de intervenciones de otros diputados de PNV e IU en contra de ese cumplimiento íntegro.

El ejercicio de memoria de Javier Zarzalejos no incluye, sin embargo, algunos episodios más recientes a 1991. Por ejemplo, la reunión celebrada el 19 de mayo de 1999 por una delegación del Gobierno de José María Aznar con ETA, a la que acudió personalmente.

En las actas del encuentro, publicadas por GARA el 1 de mayo de 2000, Javier Zarzalejos figura identificado como «Representante español-I» y dice cosas tan llamativas a la vista de sus posiciones actuales como: «No hemos venido a convencerles de que dejen de ser una organización armada. Es una decisión suya en función de sus análisis. (...) Hemos llegado a una situación de no violencia sin contactos, ninguna parte ha condicionado a la otra. (...) Queremos saber cómo se puede consolidar un escenario de cese de violencia y de apertura a la normalización».

Y Zarzalejos añadió algo que hoy por hoy todavía suena más fuerte: «No venimos a la derrota de ETA. (...) No venimos a convencer, no tenemos vocación misional. Venimos a inaugurar otra dinámica. Vemos necesario un escenario común, no suma cero, relaciones que acumulen para ambas partes».

Como se puede observar, en 1999 la posición del secretario general de la Presidencia del Gobierno de José María Aznar, aparecía como mucho más constructiva y ajustada a los estándares de los procesos de negociación que las que mantiene en la actualidad desde la fundación FAES.

El PSOE, respeta

También el PSOE tuvo ayer reunión semanal de su dirección, pero no hubo respuesta alguna a los insultos proferidos en la concentración de Colón y fuera de ella. Su secretario general, Oscar López, reiteró el «respeto absoluto» de su partido «a todas las víctimas» y a su «dolor» tras la sentencia.

Añadió en todo caso la defensa que hace el PSOE de la «unidad de los demócratas» y recordó que «el Estado de Derecho es respetar la sentencias.

Algo más explícito fue el secretario general del Partido Socialista de Madrid, Tomás Gómez, que afirmó que no acudieron a la concentración porque su partido «no se manifiesta contra el Estado de Derecho».

Gómez añadió que «hay un sector político del país que ha utilizado permanentemente el asunto del terrorismo como arma arrojadiza y como instrumento electoral». «Las víctimas merecen mucho respeto y el respeto es la no utilización política y partidista de algo que es tan sensible y todos sufrimos», apostilló.