La plataforma contra la exclusión social y por los derechos sociales Berri-Otxoak escenificó ante el Departamento de Acción Social del Ayuntamiento de Barakaldo «las consecuencias de la falta de una verdadera política social por parte del consistorio, que preside Alfonso García».

Se tradujo, en la realidad, que tres personas «vivieron» durante algo más de media hora en unas cajas de cartón, donde se escenificaron «escenas de la vida cotidiana en una vivienda: cocinar, ducharse o dormir». En el encuentro participaron concejales de EH Bildu en apoyo a la reivindicación social.

Así, el último informe del Consejo del Poder Judicial (CGPJ), del segundo trimestre de 2013 confirma que «71 familias perdieron sus viviendas por no poder hacer frente al pago de alquileres e hipotecas».

Desglosaron el número de lanzamientos, ya que «en 49 de los casos se produjo un desahucio por requerimiento judicial; y en 22 la pérdida de la vivienda se produjo sin llegar a la ejecución judicial». Además, denunciaron que «a otras 55 ejecuciones de desahucio fueron en aplicación de la Ley de Arrendamientos Urbanos para las viviendas en alquiler; y 16 fueron ejecuciones hipotecarias». Ante este deterioro que atraviesa Barakaldo, la plataforma considera que «estamos ante una situación de emergencia social».

Con esta iniciativa se pretende visualizar los recortes contemplados por parte del Ayuntamiento de Barakaldo. «En una coyuntura de crisis y con una tasa de paro del 21%, el Departamento de Acción Social del consistorio ha decidido hacer un drástico recorte de las ayudas sociales que perjudicará de forma definitiva a unas 1.000 familias de Barakaldo».