Amaiur, PNV e IU exigirán datos al CNI sobre el espionaje político
El espionaje político centrará hoy buena parte de la comparecencia del general Félix Sanz Roldán, director del CNI, en la comisión de secretos oficiales del Congreso español. Estaba previsto que diese explicaciones sobre los datos que manejaba la inteligencia española acerca de la interceptación de comunicaciones realizadas por la NSA. La publicación de vigilancias a partidos abertzales ha dirigido también la atención sobre el control a las formaciones.
Alberto PRADILLA | MADRID
El espionaje político estará en el centro de las explicaciones que ofrezca hoy en la Sala Mariana Pineda el director del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) español, el general Félix Sanz Roldán en la Comisión de Gastos Reservados del Congreso español. En principio, la cuestión ya estaba en la agenda después del escándalo acerca de la interceptación de 60,5 millones de comunicaciones desarrollado por la NSA (National Security Agence). Una trama en la que habría participado también el propio CNI. Sin embargo, la publicación el domingo de un artículo en el diario «El País» en el que se revelaba el seguimiento «permanente» realizado por espías españoles a dirigentes abertzales ha vuelto a fijar el foco en el espionaje político realizado desde Madrid al independentismo vasco.
Amaiur, que fue vetado por el PP en la comisión de secretos oficiales de la Cámara Baja, junto a la Izquierda Plural (IU-ICV-CHA) solicitó ayer la comparecencia de la vicepresidenta española, Soraya Sáenz de Santamaría, en la Comisión Constitucional. Además, ha formulado una batería de preguntas al Ejecutivo de Mariano Rajoy. Rafa Larreina, diputado de la coalición, insistió ayer en que Moncloa no solo tiene que dar cuenta sobre el conocimiento que tenía el CNI acerca de las vigilancias realizadas por la agencia estadounidense, sino que debe explicar si tenía datos acerca de los seguimientos revelados el domingo por «El País».
Confirmar la veracidad de esta información es una de las interrogantes formuladas por escrito por Amaiur y presentadas ayer en el registro del Congreso. Además, el diputado Jon Iñarritu demanda conocer a qué formaciones políticas abertzales se ha espiado, bajo qué criterios, así como cuál es el uso que se da a la información obtenida, entre otras cuestiones. No obstante, el director del CNI tendrá hoy la oportunidad de dar explicaciones.
El portavoz del PNV, Aitor Esteban, que sí que estará en la comisión que se realiza a puerta cerrada, recordó ayer que su formación ya denunció escuchas en 2003. En este sentido, y tras recordar que maniobras de este tipo no se pueden desarrollar sin control judicial, indicó que, ya que la cuestión volvía a estar sobre la mesa, pedirá explicaciones a Sanz Roldán.
También José Luis Centella, portavoz de IU, consideró la opción de que su formación haya podido ser espiada, aunque centrándose en la NSA. En este sentido, indicó que había transmitido su preocupación al presidente del Congreso, Jesús Posada, quien se habría limitado a asegurar que «estudiará» la cuestión. Pese al incremento de las evidencias, no parece que hoy el director del CNI esté dispuesto a ofrecer detalles.
El veto del PP ha impedido que Amaiur o ERC estén sentados en la comisión de secretos oficiales y tengan acceso directo a información sensible como la que se abordará hoy mismo. Desde el inicio de la legislatura, el Grupo Mixto no ha estado presente en las reuniones y una de las siete sillas reservadas a cada uno de los grupos permanece vacía.
Primero fue el candidato de la coalición abertzale el rechazado pese a que, con siete diputados, constituye la formación mayoritaria dentro del Grupo Mixto. Posteriormente, y hasta en cuatro ocasiones, ERC (a quien Alfonso Alonso, portavoz del PP, acusó de estar «al servicio de Amaiur») quien se ha visto imposibilitado a tomar parte en este foro debido al «no» de la derecha española. Paradójicamente, el espionaje político constituye uno de los temas que se han tratado en reiteradas ocasiones. Alfred Bosch ya lo recordó en marzo, cuando su candidatura era rechazada. «¿Por qué el PP no quiere que estemos con el director de la inteligencia española? ¿No quieren que preguntemos por la guerra sucia contra Catalunya?», planteó. Con su veto, el PP ha logrado que tampoco pueda estar presente hoy. A.P.