Un inmigrante murió ayer por la mañana en un nuevo intento por parte de un grupo de 150 inmigrantes de franquear la valla que separa el norte de Marruecos de Melilla, informaron las autoridades marroquíes.

Este grupo «trató de forzar el paso [...] al escalar la valla a nivel del lugar conocido como Rosto Gordo», dijeron las autoridades de Nador, ciudad vecina de Melilla, citadas por la agencia marroquí MAP. Un inmigrante murió al caer desde la parte de arriba de la alambrada y otras cuatro personas resultaron heridas, añadieron las autoridades.

Según las mismas fuentes, 40 inmigrantes fueron detenidos, y se les abrirá un expediente de expulsión.

La pasada semana, el Gobierno español comenzó a reforzar con alambres de espino la parte superior de la triple fronte- ra vallada que separa Melilla de Marruecos.

Ayer, el secretario de Estado de Seguridad, Javier Martínez, defendió la colocación de cuchillas, una medida que ya causó un fuerte rechazo en 2006 y que tuvo que ser retirada por las lesiones que producía. «En otros países, los perímetros fronterizos siempre están dotados de medidas de seguridad de esta naturaleza», alegó.

«El crimen organizado es quien envía a estas personas a dañarse o a naufragar en el mar o a perecer. Por tanto, los estados intentan ser lo más humanos posible», declaró, por su parte, el director general de Relaciones Internacionales y Extranjería del Ministerio del Interior, Carlos Abella y de Arístegui.

Chakib al-Jayari, responsable de la ONG marroquí Asociación Rif de Derechos Humanos, denunció que más de 40 migrantes han muerto en los dos últimos años al tratar de entrar en Ceuta y Melilla, de los cuales al menos la mitad fallecieron en 2013.

Las autoridades marroquíes también han reforzado la vigilancia en torno a Ceuta, y casi a diario realizan decenas de detenciones.