Privatizar y vender activos, fórmula catalana para evitar nuevos recortes
El Govern presentó ayer los presupuestos de la Generalitat para 2014. Pese a evitar nuevos recortes, el ajuste se traslada al capítulo de ingresos, a través de nuevas tasas, privatizaciones y la venta de activos públicos. Aunque ayer no lo confirmaron, se da por hecho el apoyo de ERC.
Beñat ZALDUA | BARCELONA
Después de pasar 2013 con las cuentas prorrogadas, Catalunya tendrá presupuestos en 2014. El conseller de Economía, Andreu Mas-Colell, los presentó ayer en el Parlament, después de semanas de intensas negociaciones con ERC, que pese a no querer confirmar ayer su visto bueno, salvo sorpresa mayúscula apoyará las cuentas en el Pleno definitivo programado para el 19 de diciembre. Así está escrito en el acuerdo de legislatura con CiU y así creen, además, que se aseguran la estabilidad necesaria para seguir adelante con el proceso soberanista.
Tanto CiU como ERC pusieron el acento ayer en que son los primeros presupuestos en cuatro años sin nuevos recortes. Pero ambos partidos coincidieron en que no son las cuentas que les hubiese gustado presentar e insistieron en la idea de que los grandes números de los presupuestos vienen determinados desde Madrid, que no paga lo que debe a Catalunya y que fija el objetivo de déficit para el año que viene en el 1% -este año era del 1,58%-. Sobre todo en el caso de ERC, el diputado Pere Aragonès remarcó también que «estos deben ser los últimos presupuestos autonómicos».
Pero más allá de estrategias comunicativas, lo cierto es que se mantienen los recortes de los últimos años -de un 22% en los últimos cuatro ejercicios- y que, para evitar nuevos tijeretazos se recurre sobre todo a las privatizaciones y a concesiones de diversos servicios, con los que se pretende recaudar 1.454 millones de euros. Otros 864 millones se conseguirán, según las cuentas presentadas, a través de la venta directa de activos inmobiliarios públicos. Forzado por ERC, el Govern también prevé aprobar nuevas tasas y recuperar impuestos como el de sucesiones -eliminado por CiU en 2010-. Según las previsiones, con estas medidas la Generalitat recaudará unos 2.300 millones de euros, alguno más de los cerca de 2.000 que se prevé que necesita para ajustarse al objetivo de déficit.
Todos los partidos de la oposición criticaron ayer duramente las cuentas presentadas por el Govern, aunque con argumentos claramente divergentes. Todos coincidieron en señalar que los presupuestos ahondarán en el sufrimiento de la sociedad catalana -más de 12.000 nuevos parados solo en octubre-, pero solo la CUP e ICV-EUiA reivindicaron que la única manera de hacer unas cuentas más justas es plantar cara al objetivo de déficit impuesto por Madrid y al pago acrítico de los intereses de la deuda.
Todo parece indicar que el director general de los Mossos d'Esquadra, Manel Prat, tiene los días contados al frente de la Policía catalana, después de la pésima gestión del «caso Raval», en el que ocho agentes están imputados por la muerte de Juan Andrés Benítez durante una detención violenta. Los rumores sobre una inminente destitución corrieron con fuerza a lo largo de la mañana y, aunque finalmente el cese no se produjo ayer, la tensión entre Prat y el conseller de Interior, Ramon Espadaler, es ya un secreto a voces.
Movimientos sociales del Raval y de toda Barcelona, que han convocado una manifestación para el día 14, exigen desde hace tiempo la dimisión de Prat. Una petición a la que ahora se han sumado todos los partidos de la oposición. De hecho, ERC es el único partido, junto a CiU, que no ha pedido todavía su dimisión, algo que los republicanos dicen que podría cambiar dependiendo de cuál sea la respuesta que ofrezca Espadaler. Él mismo pidió comparecer ante el Parlament, pero antes de eso, mañana tendrá que responder a las preguntas de los grupos en el pleno.
Lo que sí que anunció ayer el Departamento de Interior es un cambio a corto o medio plazo en la comisaría de la Ciutat Vella, a la que pertenecen los ocho mossos imputados el lunes y sobre la que se acumulan denuncias de agresiones y maltratos. Sin ir más lejos, ayer imputaron a tres agentes más de dicha comisaría por las agresiones sufridas por el periodista Bertran Cazorla el pasado mes de junio.
El «caso Raval» no es el único tema de actualidad que afecta a los Mossos, ya que el próximo viernes la comisión de estudio sobre las bolas de goma votará sus conclusiones. El propio Espadaler habló recientemente del «principio del fin» de dicha munición y se especulaba ya con la posibilidad de que CiU y ERC pactasen una retirada progresiva de la misma. Sin embargo, la presión interna de los Mossos d'Escuadra ha hecho recular a CiU, que ayer puso freno a dicha retirada.
La diputada de ERC Gemma Calvet lanzó un ultimátum, señalando que «si no se consigue un acuerdo para la prohibición inmediata de las pelotas de goma» pedirán el relevo de liderazgos políticos, incluyendo al propio Manel Prat. Por la tarde, la secretaria general de ERC, Marta Rovira, explicó que CiU presentó una nueva propuesta, por lo que las negociaciones están todavía en marcha. B.Z.
Los presupuestos también incluyen una partida de unos cinco millones de euros para la consulta sobre el futuro político de Catalunya, que el Parlament tiene el compromiso de convocar a lo largo de 2014.
