«MCC no puede dejar caer a Fagor Electrodomésticos, tenemos que presionar»
Basauri y Azpeitia concentraron ayer la presión sobre Gobierno de Urkullu, diputaciones, Mondragon Corporación y Fagor para que la reunión que se celebrará en Gasteiz sirva para lograr «una solución de futuro para nosotros y para este pueblo».
Juanjo BASTERRA
La tensión se palpa en el ambiente. Hay más de cinco mil empleos comprometidos, entre directos e indirectos. En Azpeitia, los trabajadores de Grumal de Azpeitia, dedicada a la fabricación de equipamiento mueble, adquirida por Fagor de Electrodomésticos y que se encuentra también en preconcurso de acreedores, se concentraron para protestar ante el posible cierre al que se puede ver abocada la compañía. Se realizó junto a las oficinas de Laboral Kutxa y Lagun Aro bajo el lema «Fagor-MCC Grumal ez itxi! ELA-LAB». En Basauri, en Fagor Edesa los trabajadores han iniciado una acampada en las instalaciones en defensa de los puestos de trabajo, «hasta el final». En esas instalaciones fabrican más de medio millón de termos anuales. Hoy acudirán a Gasteiz para presionar. Fernando Otero explica a GARA que están «animados», porque reconocen que tienen «apoyo social y de los medios de comunicación».
Admite que «decir que ha habido una buena gestión sería de necios», pero insiste en que en el actual escenario «tenemos que intentar salvarnos». Después, «será tiempo de corregir esos errores».
Estos cooperativistas de Basauri quieren que «se salve lo más rentable», entre ellas esa planta, y «mantener los 1.800 puestos». En la localidad vizcaina trabajan 230 empleados. «Nuestro negocio de confort es rentable, lo que ocurre es que necesitamos que tengan medios para reflotar la empresa». Fernando Otero asegura que si «MCC pone el dinero encima de la mesa, no tendrá que cargar con tantos cooperativistas para recolocarnos en todo el grupo».
«Necesitamos un rescate de 170 millones y es para hacer una reconversión, que ya se está gestionando, qué tienen que quitar y dónde deben llevarlo. Nos tienen que dar los medios. Alquien debe creerse que Fagor Electrodomésticos es viable, no como está ahora, pero sí reconvertida», explica Otero, quien reconoce que eran «conscientes de lo que ocurría, pero no nos lo creímos».
Igual que el director de Fagor Electrodomésticos, Sergio Treviño, afirma que «no nos creíamos que MCC nos iba a dejar desamparados». Ander Iturbe, socio de Edesa, dice que «en esta situación que si pones culpables no terminas, pero si nos levantamos, por la mañana, veremos una pequeña luz».
Explica que confía en que MCC y Fagor «nos considere a los socios de Edesa como socios de Fagor». Iturbe recuerda que se han reducido los salarios, descartaron alguna paga «pero no ha podido ser». Es del servicio técnico oficial «que está en activo. Que nadie se preocupe, que estamos en activo, aunque las plantas estén paralizadas».
Ana Castiñeira, Maria Angeles Petralanda y Jesús González explican sentados que «lo vemos mal», pero admiten que tienen «esperanza que se salve lo que es viable».
Insisten en que esperan «que no se cierre Fagor, porque sería un desastre». Consideran que «MCC ha tenido miedo de dejarnos el dinero, porque igual otras cooperativas podrían ser perjudicadas». Pero cree que hay viabilidad por lo que «no se puede dejar caer Fagor Electrodomésticos».
Casi al unísono explican que «no se puede dejar caer a la matriz de Fagor Electrodomésticos. Gobierno y diputaciones tienen que presionar para que se salve». Mientras eso ocurra, seguirán allí acampados en la calle hasta «la solución final para nosotros y para este pueblo, sin duda».