Siete millones de espectadores han visto en Corea del Sur «The Berlin File», un thriller que ha costado la modesta cantidad de nueve millones y medio de dólares y ya lleva recaudados, solo en su país, más de cincuenta. El secreto está en una trama de espionaje universal, pero que saca provecho de las tensiones diplomáticas con Corea del Norte. La embajada en Berlín sirve de tapadera para el tráfico de armas con destino al país asiático en constante conflicto con sus vecinos del sur.

Escribe y dirige Ryoo Seung-wan, un consumado realizador de cine de acción y de las coreografías de artes marciales, tal como lo evidenció en «The City of Violence», su título más conocido en Occidente junto a «The Unjust», thriller sobre corrupción que exhibía un humor que se echa de menos ahora.