Las fuerzas japonesas trasladaron dos misiles falsos como parte de un importante ejercicio militar a una isla del Pacífico al sur del archipiélago japonés, la estratégica isla de Miyako, 300 kilómetros al sur de la isla más importante de Okinawa, provocando el enfado de China.

Un portavoz del Estado Mayor japonés afirmó que los misiles no pueden utilizarse por el momento. Del 1 al 18 de noviembre, 34.000 hombres, buques de guerra y cazabombarderos participan en unas maniobras cuyo objetivo oficial es «mantener y mejorar la capacidad operacional de las Fuerzas de Autodefensa» en caso de ataque armado en un momento en que Japón y otros países de la región se preocupan por la supremacía militar y las ambiciones marítimas de China.

Por eso, muchos observadores lo interpretan como un mensaje directo a Pekín, habida cuenta, además, de que desde hace más de un año las relaciones sino-japonesas son muy tensas por un conflicto territorial en relación a las islas Senkaku-Diaoyu, en el mar de China oriental.