Asumido que, al menos hasta una fase más avanzada de la competición, no hay lugar a aplazamientos, Martínez de Irujo es consciente de que aprender a gestionar las molestias derivadas de su fisura en el dedo índice de su mano derecha es la única opción que le queda si quiere seguir adelante en este Cuatro y Medio. Quizá por ello tiró de ironía, «mejor no puedo estar», ante la primera pregunta sobre su estado físico y, en una explicación un poco más concisa, trató de convencer y convencerse de que el tiempo transcurrido desde el percance, hace quince días en Elizondo, solo le ha podido hacer bien.

«Ya sabéis cómo estoy. Al final, no han pasado los días suficientes para curar la fractura del dedo, pero es lo que hay y, si jugué la semana pasada contra Aimar, solo por fechas, tengo que estar mejor ante Xala. Pero veremos cómo responde, no solo el dedo, sino la cabeza también», declaró el de Ibero.

Y es que ya señaló el pasado sábado, al término del partido ante Olaizola II, que, sobre todo en las pelotas que venían por debajo, el brazo se le encogía un poco, en puro acto reflejo. «Por supuesto, con la derecha no podía darle lo bien que quisiera pero, si salgo a la cancha, lo hago con todas las consecuencias y con la mente puesta en llegar a 22», apuntó. Pero lo cierto es que la preparación del partido no ha sido la adecuada, ya que la de ayer en el Ogeta, donde realizó un pequeño entrenamiento tras la elección, fue su primera toma de contacto con la pelota desde el sábado pasado.

Al ataque

Sin embargo, ni el de Ibero ni Xala tienen tiempo ni oportunidad para lamentaciones, ya que mañana se enfrentan en un duelo prácticamente a vida o muerte, en el que el que no consiga llegar a 22 estará prácticamente eliminado. En este sentido, a Xala parece haberle hecho daño la derrota encajada ante Ezkurdia y, tras unas declaraciones el mismo domingo en el que casi se daba por eliminado, ayer otorgó el papel de claro favorito a Martínez de Irujo.

«Juan es favorito, aunque yo estoy para jugar e intentar llegar a 22. En el Cuatro y Medio juega mucho, tiene muchas finales y títulos, sabemos que es un pelotari increíble que con la izquierda hace mucho daño y también saca mucho. Intentaré sujetarle lo más posible e intentar acabar cuando tenga oportunidad», apuntó.

Así las cosas, los dos pelotaris tienen claro que, si en esto del Cuatro y Medio, y en cualquier lucha individual, es primordial llevar la iniciativa, las especiales características del Ogeta, un frontón que recupera la jaula -al margen de la final- tres años después, lo hacen aún más importante. «Es un frontón con un suelo muy vivo, la pared y el frontis no son muy buenos porque la pelota se queda un poco. Para atacar es un frontón bueno pero para defender muy malo. Además, con el juego que se hace ahora, que sabemos que todos los pelotaris salimos a jugar lo más agresivo posible, aunque hay días en los que las cosas te salen y en otros no, creo que todos vamos a por lo mismo. Intentamos hacer un juego rápido y que el otro corra y defienda», apuntó Xala.

Su rival mañana se manifestó en términos similares. «Es un frontón muy exigente, aquí la pelota anda mucho, sobre todo cuando metes el gancho y hay que aprovecharlo. El que juegue delante del tres llevará la voz cantante y hay que intentar que Xala tenga los pies lejos del frontis, que entre del tres para atrás, e intentar aprovechar yo cuando tenga oportunidad».

En cuanto a las pelotas, no hubo ningún tipo de quejas y el de Lekuine explicó que «el material es bastante bueno. Las de Juan son de un poco más de peso -106 y 105,1 gramos- y las mías -105,1 y 104,4- creo que andan más por abajo, pero no habrá problemas».