GaraAzkenak - Paperezkoa - English Edition  |  Le Journal |  Dokumentuak
EUS | ES | FR | ENG
 » PAPEREZKOA
  -Aurkibidea
  - EuskalHerria
- Jendartea
- Ekonomia
- Iritzia
- Mundua
- Kultura
- Kirolak
 » AZKENORDUA
 » ENGLISH EDITION
 » DOSIERRAK
 » DOKUMENTUAK
 » IRUDITAN
 » HEMEROTEKA
 » Produktuak
Gara > Idatzia > Iritzia > Gaurkoa 2006-03-14
Andoni Eizagirre - Licenciado en Ciencias Políticas y de la Administración (UPV/EHU)
Sobre los supuestos posicionamientos

La represión sigue vigente en las calles de Euskal Herria. La violencia y el odio secular, minoritario pero generalizado contra la izquierda abertzale (IA), supone un claro ejemplo de las incertidumbres e inquietudes que provoca un posible inicio de cambio político. Todos los partidos (entiéndase: PSOE-PP, EAJ/PNV, IA) tratan de tomar posiciones para forzar a los demás agentes en el juego político. Ahora bien, el realismo político que padece semejante interpretación descuida una cuestión de calado, que a su vez se debe interpretar en un marco más amplio de consideraciones. Abordar esta cuestión resulta una tarea urgente.

Se nos reproduce constantemente aquel esquema que imposibilitó la convivencia en los tiempos más duros del postfranquismo: a saber, la intencionada división de los vascos entre demócratas ­vascos y nacionalistas de bien­ y violentos ­totalitarios abertzales­. Esta división ha sido asumida por el nacionalismo vasco institucional a raíz de la tesis que domina su imaginario más reciente: Euskadi/ CAV como sujeto político ­real y posible- surge con el proceso de institucionalización política que promueve y garantiza el Estatuto de Guernica. Se trata de un postulado que condiciona el contexto ­intelectual, político y material- actual y que es compartido por las dos fuerzas pro-constitucionalistas vascas. Las discrepancias entre todas estas formaciones políticas estriba en los niveles de autogobierno y poder decisorio de ese sujeto político.

Ahora bien, también cabe recordar una segunda postura, decisiva para entender a los aliados naturales de la IA en la lucha por el reconocimiento de los vascos para determinar sin vetos e imposiciones nuestro futuro modelo político. Hay una segunda postura que condiciona la transición a nuevos tiempos políticos: no ya necesariamente la condena de la violencia, sino aquella que equipara y establece simetrías entre una violencia y la otra. Como bien sabe la IA, el postulado asumido por el nacionalismo vasco institucional legitima una violencia y persigue la otra. No obstante, un abanico ­no importante a nivel cuantitativo, pero significativo a nivel simbólico­ del espectro político vasco promueve una dinámica basada en la necesidad de superar el mesianismo que la supuesta vanguardia abertzale ­que resultaría ser ETA­ representa. En ciertas ocasiones esta defensa se apoya en razones estrictamente políticas ­nueva correlación de fuerzas que supondría una tregua­ y otras veces se reviste de razones éticas. Junto a la comodidad y buena conciencia que les permite semejante actitud, sin embargo, no podemos obviar el momento histórico actual del capitalismo y el fatalismo que éste ha provocado en diferentes movimientos progresistas: fin de las luchas de liberación nacional y social, antagonismo islamista, sociedad del consumo, amenaza neoliberal y debilidad de la conflictividad social. El discurso ficticio de las nuevas multitudes, las políticas de iden- tidad y el discurso sobre el pluralismo no dejan de ser ­al menos tal y como habitualmente se formulan­ estratagemas para reproducir las disparidades en torno al conflicto de soberanías. La IA y su militancia, por el momento, se ha mantenido distante respecto a tales desviaciones. Debemos tener bien claro que diversos y muy diferentes conflictos y contextos se superponen, para así comprender que muchas variaciones políticas ­y posibles alianzas­ no están reñidas exclusivamente con la política vasca.

Con todo, las reacciones ante las recientes decisiones institucionales y sus consecuencias ­prohibiciones, cargas y ataques verbales posteriores a dos nuevas víctimas del conflicto­ ratifican que en los momentos decisivos y de cambio ambas posturas confluyen. La dispersión de los presos vascos pone nuevamente a cada uno en su correspondiente lugar político y ético. El nacionalismo vasco institucional asume la responsabilidad de intimidar, perseguir y amenazar la disidencia, mientras que los pacifistas y otros supuestos desobedientes comprenden y en su caso apoyan la violencia que el Estado legitima: en definitiva, todos parecen reconocer la corrección política que supondría evitar la politización ­a mi parecer acertada, necesaria e incluso oportuna­ que viene haciendo la IA con la muerte de los presos vascos. En efecto, las declaraciones de solidaridad deberían quedarse en gesticulaciones de malestar y desacuerdo que todo sufrimiento humano produce; sea como fuere, deberían evitarse las razones últimas y los fundamentos políticos e institucionales de tales actos violentos contra la IA, y que no en vano vienen a ser la raíz del conflicto político que padecemos.

Este tipo de actitudes, lejos de ser equidistantes, tampoco son consecuencia de un cálculo político. La pretendida instrumentalización de las víctimas oficiales, así como el obligado posicionamiento ante la con- dena y, en general, la supuesta toma de posiciones políticas, de ninguna manera se deben concebir resultantes de la coyuntura actual. Las premisas para entender los posicionamientos y las declaraciones de los partidos y sindicatos vascos deben ser consideradas en un contexto que deriva de unas relaciones de poder antidemocráticas. La consideración del adversario y disidente como terrorista es necesaria para simular la obediencia que supuso la transición española y las desilusiones que toda lucha de liberación suponen. Como nos dejó escrito el sociólogo Jesús Ibañez, «azenarioa hartuta daukatenek, makilaren zain daudenek, jasan ezin duten ikuskizuna da. Nola inor zutik egongo da, bada, nerau belauniko nagoenean? Euskaldunak harrikoskor dira zapatan, malkolarri eta jai- hondatzaile ezteietan, ume gaubelan. Demokrazia ari dira kolokan jartzen: hau da, ezegonkor jartzen, irekita (estatu izatetik mugimendu bihurtzen). Euskaldunekin ezinezko da paralisiari aldaketa deitzea. Gure zatiki birrinduak isladatzen diren ispilu oso dira. Ezein hildakok ezin du bizitzaren ikuskizunik jasan».

Por ello, debemos acentuar nuestra presencia y seguir luchando por nuestras libertades políticas y civiles. La dispersión política, las medidas preventivas y el ensañamiento contra los presos vascos, el macrosumario abierto contra la IA, la ilegalización política y la persecución social, la arbitrariedad de las instancias de poder evidencian una violencia minoritaria ­sólo contra la IA­ pero generalizada ­contra toda disidencia existente­, desenmascarando cualquier atisbo de talante democrático y posible solución multilateral acorda- da. La violencia de Estado es ejercida contra el único movimiento que desobedece el orden reformista consensuado por los diferentes poderes vascos y españoles. No podemos callarnos ante la violencia que implícita y explícitamente se ejerce contra toda la IA. Ahora bien, tan importante sería asimismo no descuidar que las posturas contrarias no son consecuencia exclusiva de cálculos políticos.

El apoyo, la legitimación y la complacencia de las violencias recientes contra la IA no demuestran más que la dificultad y la reticencia que ciertas fuerzas políticas y sindicales tienen ante un cambio de escenario político. Un cambio político supondría, además de hegemonizar un amplio sector moderado, independentista y de izquierdas ­reconfigurando los ejes de con- flicto, posibilitando la transversalidad­ por parte de la IA, también la desnudez política y social que muchos agentes políticos vascos han venido aparentando. No es ­por desgracia­ una cuestión de posicionamientos y coyunturas. No es una cuestión de cálculos, sino de intereses económicos, culturas políticas y conflictos de poder más estructurales. El nerviosismo, los insultos y las mentiras, la cobardía y la falta de respeto, la prepotencia y las violencias de estos días parecen ser algo más que una excepción temporal. -


 
Inprimatu
...Albiste gehiago
Iritzia
Tres respuestas a seis citaciones
Jendartea
Sakanako etorkinek bat egin dute Bai Eskolak Euskalduntzeari! ekimenarekin
Jendartea
Tres muertos por gripe aviaria en Azerbaiyán
Euskal Herria
La Sala no suspende la vista a pesar de la urgente operación de un procesado
Euskal Herria
El PNV dice no entender la reflexión iniciada por EAen torno a Udalbilde
Ekonomia
Fallece en la localidad de Aritzala el tercer trabajador en el plazo de una semana
Mundua
Al-Sadr: «La guerra civil ya está aquí»
Mundua
Aun muerto, «Slobo» se toma cumplida venganza en Serbia
Euskal Herria
Agentes vascos tildan las citaciones de «agresión a todo un pueblo»
  CopyrightGara | Kontaktua | Norgara | Publizitatea