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Gara > Idatzia > Mundua 2006-05-09
Tony Blair quiere seguir a pesar de la debacle electoral
Para la clase política británica ha llegado la hora de que el primer ministro Blair renuncie a su cargo en el Gobierno de Londres y al liderazgo del Partido Laborista, pero Blair y sus seguidores no han mirado aún al reloj del relevo. Sus declaraciones después de la debacle electoral laborista envían un mensaje claro: no habrá cambios a corto plazo y sólo abandonará el Gobierno y el laborismo cuando estime oportuno.

DUBLIN

Gordon Brown tendrá que seguir esperando. El eterno sucesor vuelve a ver cómo el primer ministro laborista Tony Blair le cierra la puerta del relevo en las narices. Durante su conferencia de prensa mensual, Blair informó a los periodistas que el establecimiento de un plazo para su marcha «dañaría al partido» y que «los votantes quieren que siga con su labor de gobierno». Para añadir gravedad a la ofensa, ahora se sabe que Blair ni tan siquiera consultó con Brown la remodelación del gabinete.

Por tanto, las últimas acciones de Blair auguran que cuando el relevo laborista se produzca, llegará en circuns- tancias tormentosas. Ello se debe a la elección por parte del primer ministro de dos de sus leales, Jacqui Smith y Hazel Blears, como portavoz en los Comunes y coordinadora del partido, lo cual les elimina como el tipo de moderadores imparciales que una transición tranquila exigiría. En la misma línea puede entenderse la elección de John Reid ­que defiende con empeño la permanencia de Tony Blair­ como nuevo ministro de Interior.

Es por ello que muchos consideran que la remodelación de gobierno ha sido más bien una purga de seguidores de Brown ­como en el caso del ministro de Exteriores, Jack Straw­ y un intento por parte de Blair de reforzar su posición en el partido. Además, la elección de David Miliband como ministro de Medio Ambiente se interpreta como la construcción por parte de Blair de un posible oponente a Brown para cuando llegue el momento de la sucesión.

Blair se ha comprometido a abandonar el cargo con suficiente tiempo para permitir a su sucesor establecerse como líder del partido y demostrar sus credenciales como posible jefe de gobierno. Sin embargo, el espectro de la crisis electoral laborista crece día a día, y muchos acusan a Blair de ser el responsable de ello.

Blair quiere evitar una posible revisión de su proyecto de Nuevo Laborismo, una teoría frente a la cual el más tradicionalista Brown ­que cuenta con el apoyo de los sindicatos­ se ha mostrado crítico.

La cuasideclaración de guerra de Blair se debe a que sabe que Brown y sus seguidores no se revelarán públicamente para evitar dañar la imagen del laborismo. Este convencimiento le ha asegurado la supervivencia hasta ahora. Si su actuación ha sido esta vez más de lo que Brown puede tragar o no, se sabrá en los próximos días. Una clara señal de las expectativas de Brown puede adivinarse en su uso de la frase «una transición estable y ordenada» en al menos diez ocasiones durante una entrevista televisiva.

Por otra parte, los seguidores de Blair ya han advertido de que no abandonarán sin presentar batalla. En referencia a los comentarios de Brown, el que fuera ministro de Transportes, Stephen Byers, declaró que quienes quieren una transición ordenada «no pueden forzar la marcha de Tony Blair».

En lo que se refiere a las opiniones de la oposición británica, el líder conservador, David Cameron, afirmó que «cuanto antes se vaya, mejor», mientras describía la situación creada como «una guerra civil de alto nivel en el gobierno». Por su parte, el dirigente liberal Menzies Campbell recordaba que los intereses del laborismo no deben anteponerse a los del pueblo británico y exigía una fecha para el relevo.



Irán y el ex ministro de Exteriores Straw

LONDRES

Blair desmintió que la decisión de sustituir a Jack Straw al frente del Foreign Office estuviera relacionada con Irán.

El premier insistió en calificar de «excepcional» el trabajo de Straw al frente del Ministerio.

La prensa británica ha informado de que Straw fue reemplazado porque no mostró suficiente dureza frente a Irán como exigía el Gobierno estadounidense.

Cambio previsto

Blair resaltó que tuvo una conversación con Straw después de las elecciones generales de 2005 en la que ambos habrían hablado sobre la necesidad de un cambio.

«Cualquier idea de que esté vinculado con la invasión de Irán, que por cierto no llevaremos a cabo, cualquier idea de que esté relacionado con una decisión así es muy absurda», dijo el líder laborista.

El primer ministro puntualizó que eligió a Margaret Beckett, ex titular de Medio Ambiente, Alimentación y Asuntos Rurales, porque es una «política sobresaliente, con gran experiencia internacional y porque no cambiará la política exterior articulada por Straw en los últimos años.

Chávez visitará la Cámara de los Comunes

El presidente de Venezuela visitará el 15 de mayo la Cámara de los Comunes, invitado por un grupo de 25 parlamentarios, Amigos de Venezuela, según su portavoz, el laborista Colin Burgon. En su visita a Londres, Chávez será agasajado con un almuerzo por el alcalde de la capital, Ken Livingstone, y se reunirá con líderes sindicales. -


 
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