Por fin ha llegado una escapada, aunque Kessler también ganó, pero después de un ataque en los últimos kilómetros. El pelotón ha decidido no tirar. No está mal la victoria de Calzati para romper un poco la monotonía de las llegadas al esprint. En cualquier caso, está siendo un Tour extraño.

Prefiero que sean etapas más cortas pero más duras, como en el Giro, con finales más nerviosos; son más bonitos cara al espectador, sobre todo. Y ellos son los que mandan. Son demasiados kilómetros y planos que llevan al aburrimiento. Por lo menos, ha estado más emocionante con una escapada que ha llegado a la meta.

También ha quedado claro que no hay jefe, el Tour está muy abierto, antes de los Pirineos, puede pasar cualquier locura. Me imagino que se aclarará la clasificación.

Por último, el T-Mobile es el equipo más fuerte y por eso es una pena que no esté Ullrich, ni tampoco Basso, ni Vinokourov, ni Mancebo. -