«Tenemos que conseguir ser noticia por lo que hacemos y no por ser mujeres»
Un grupo de mujeres que trabajan en distintos campos de las artes escénicas se reunieron días atrás en Getxo para buscar fórmulas con las que lograr una mayor presencia en la sociedad. Organizado por Simulacro Teatro y la Escuela de Teatro de Getxo, este primer Encuentro para la Visibilidad de las Mujeres en las Artes Escénicas sirvió para que las creadoras verbalizaran sus problemas, tomaran conciencia de su situación y, sobre todo, buscaran y propusieran soluciones.
BILBO
El público de las artes escénicas está formado mayoritariamente por mujeres. En el campo de la creación desde la dirección o producción hasta la distribución o la interpretación la presencia de mujeres es pareja a la de hombres en la escena vasca. Y, sin embargo, su presencia en los teatros es considerablemente menor. ¿Por qué? De eso hablaron el pasado martes durante muchas horas las actrices, directoras, coreógrafas, distribuidoras y técnicas de las artes escénicas reunidas en Getxo. Con ellas departieron, además, dos representantes institucionales: Arantza Madariaga, de Emakunde, e Idoia Eizmendi, del Area de Igualdad del Ayuntamiento de Getxo.Una de las primeras conclusiones que sacaron es que en las obras teatrales que se representan en la actualidad el número de papeles masculinos es muy superior al de los femeninos y que estas obras de mayoría masculina circuitan bastante más que las otras. Esto quizás tenga que ver con que, tal y como constató el estudio “Paridad/disparidad en los centros de poder y decisión de las artes escénicas del País Vasco”, estos órganos están integrados en un un 71% por hombres y en un 29% por mujeres. La catalana Inma Colomer, del Project Vaca de Barcelona, abogó por controlar la programación de los teatros y, si se constata esa disfunción a la hora de contratar, advertírselo a los programadores. «Se trata de que tomen conciencia del problema, porque seguramente no se han dado cuenta. Y les facilitaremos una lista de trabajos dirigidos por mujeres». Paralelamente, estas mujeres abogaron por presionar a la administración para que cumpla el principio de paridad en las comisiones de valoración que dan subvenciones a obras artísticas. Según Arantxa Iurre, directora de la Escuela de Teatro de Getxo y organizadora del Encuentro, la jornada del martes sirvió, sobre todo, para que las mujeres que participaron en ella se sintieran «menos solas. Nos dimos cuenta de que todas tenemos problemas parecidos». Por ello, asumieron el propósito de aparcar la competitividad y estrechar la cooperación. «Este mundo se está volviendo muy competitivo. Nosotras tenemos que intentar huir de eso y ser más solidarias».
Mujer y fracaso
Otro tema que se trató en Getxo fue el del fracaso. «Las mujeres más visibles sienten que se juegan muchísimo cuando están arriba. Ellas quieren tener la oportunidad de fracasar y no sentirse tan mal, igual que les pasa a ellos. No nos podemos exigir tanto, porque fracasar está dentro de intentar. La sensación es de que ‘ya que te han dado la oportunidad de hacer algo, no te puedes permitir el fracaso’. El fracaso de una mujer es doblemente visible». En este sentido, concluyeron que una de las peleas principales es conseguir «ser noticia por lo que hacemos y no por ser mujeres».La idoneidad o no de establecer cuotas fue otro tema que se debatió. «Ahora mismo, en Euskal Herria, hay tantas mujeres como hombres trabajando en el campo de las artes escénicas. Las subvenciones, por tanto, también deberían ser paritarias. No se les puede dar más dinero a los proyectos de los hombres que a los de las mujeres». En la reunión se constató también que la irrupción de la mujer en el campo técnico de las áreas escénicas ha sido muy positivo. «Era un mundo de hombres y éstos agradecen que por fin haya presencia femenina. El mercado laboral, además, les recibe bien porque ellas son más ordenadas y corren menos riesgos laborales, son más seguras».
Una vida mas alla del trabajo
K.A.
BILBO Un tema del que se habló mucho en el I Encuentro para la Visibilidad celebrado en Getxo fue el de la necesidad de potenciar «modelos de mujer». Según explica Arantxa Iurre, hasta ahora los modelos referentes de las mujeres creadoras han sido masculinos. «Se habló mucho de maternidad y trabajo. El modelo del hombre es una entrega absoluta al trabajo, quitando importancia a la vida privada. Ninguna de nosotras queremos eso, pero a veces lo seguimos porque es el único aceptado». «Nadie nos dice: hay otro modelo de organizar la vida. Queremos tener amigos, queremos no sentir vergüenza por ser madres y que te miren mal cuando a las seis de la tarde dices que tienes que ir a buscar a tus hijos». Horarios masculinos En este sentido, abogaron por cambiar la mentalidad de sus colegas y rebelarse ante los horarios establecidos en las artes escénicas. «Las reuniones, los ensayos se hacen a las ocho de la tarde, a la hora en la que tienes que dar de cenar a tus hijos. Y está mal visto oponerte, es como confesar que tienes problemas para desarrollar tu profesión. Pedimos que haya un respeto, que si ellos no sienten esa necesidad de conciliar trabajo y vida familia, que al menos respeten nuestra visión».
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