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Prodi podría encargarse de formar un nuevo Gobierno con el apoyo de la oposición

El día siguiente a la dimisión del Gobierno italiano, tras perder una importante votación en el Senado, la coalición gubernamental de centroizquierda abre la puerta a posibles alianzas con miembros de la oposición, concretamente de los democristianos de la UDC, para aumentar su ventaja en la Cámara Alta en caso de que el presidente de Italia, Giorgio Napolitano, encargue a Romano Prodi la formación de un nuevo Ejecutivo.

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El presidente de la República, Giorgio Napolitano, inició ayer por la mañana las consultas con los grupos políticos para decidir qué hacer tras la dimisión del Gobierno de Romano Prodi y entre las posibilidades que se contemplan cobra fuerza la de encargarle la formación de un nuevo Ejecutivo. La ronda de consultas comenzó con los presidentes de ambas Cámaras y los líderes de los grupos parlamentarios más pequeños y concluirá esta misma tarde con el encuentro con los responsables de los principales grupos.

Napolitano tiene varias opciones sobre la mesa para cerrar la crisis provocada por la renuncia de Prodi, entre ellas la de someter al Ejecutivo a un voto de confianza en el Parlamento y la de convocar nuevas elecciones.

Pero la posibilidad más acreditada desde el primer momento y durante toda la jornada de ayer es que encargue al mismo Prodi que forme un nuevo Gobierno, tal y como ha sucedido con cierta frecuencia en Italia tras la II Guerra Mundial.

La variopinta alianza de dieciséis partidos que forman la coalición de centroizquierda L'Unione, que agrupa desde demo- cristianos a comunistas, expresó su total acuerdo a Prodi y rechazó que pudiera ser otro dirigente de la alianza el que se encargue de la formación del nuevo Ejecutivo.

«Prodi-bis»

Sin embargo, éste, al que ya llaman «Prodi-bis», seguiría teniendo el mismo problema en el Senado, es decir, sólo dos escaños de ventaja respecto a la oposición, por lo que los partidos de la coalición gubernamental se mostraron de acuerdo con la posibilidad de abrir la puerta a los parlamentarios centristas de la oposición, como los de la democristiana UDC -que se abstuvieron en la votación del Senado-, una opción de la que ya se empezó ayer a hablar.

«Es posible que la mayoría recoja el aporte de algunos parlamentarios del centroderecha con la condición de que éstos apoyen el programa de la coalición», afirmó el coordinador del partido centrista de Prodi -La Margarita-, Antonello Soro.

«Rifondazione Comunista no excluye posibles incorporaciones para consolidar la mayoría, sobre todo en el Senado, pero pide que éstas se realicen respetando el programa del centroizquierda», señaló el portavoz de este partido en la Cámara, Gennarao Migliore.

No obstante, la lista de los díscolos de la oposición dispuestos a dar una segunda oportunidad a Prodi parece muy escasa y, por ahora, sólo se aventuran, no sin cierto riesgo, los nombres del ex secretario de la UDC y vicepresidente de Berlusconi en su día, Marco Follini, así como los dos senadores del Movimiento para las Autonomías.

La dirección de la UDC, sin embargo, rechazó categóricamente esta posibilidad y su líder, Pierferdinando Casini, aseguró que ninguno de sus parlamentarios apoyará a Prodi.

«Somos la alternativa a esta mayoría y tenemos un pacto con nuestros electores», añadió Casini, quien manifestó que si quieren pactar con su formación tendrán que dejar fuera de la coalición gubernamental a la «izquierda radical», ya que consideró «incompatible» su presencia y la de los comunistas.

La UDC, uno de los partidos herederos de la democracia cristiana clásica italiana, formó parte del Gobierno de Silvio Berlusconi, respecto a quien mantenía una postura crítica. Se trata de la formación más centrista de la coalición de centro derecha, por lo que no sería difícil una alianza con Prodi, también de centro, que tuvo que dimitir en su anterior mandato y dejar paso a Berlusconi al no haber contado con el apoyo de Rifondazione Comunista en cuestiones sociales.

Ajuste de cuentas

Un día después de la caída del Gabinete Prodi ha comenzado el ajuste de cuentas y Rifondazione Comunista, partido al que pertenece Franco Turigliatto, uno de los senadores comunistas que se negó a apoyar la política exterior del Gobierno en el Senado, se dispone a expulsarle. Por el momento, ya lo ha hecho el grupo parlamentario al que pertenecía.

Sin embargo, tanto él como Fernando Rossi, del Partido de los Comunistas Italianos (PdCI), ambos de 61 años, siguen defendiendo su rebeldía, a pesar de que pueden ser expulsados.

Turigliatto aseguró que «está harto de decir sí» a cosas que le dan «asco» y que no ve la hora de irse, ya que tiene centenares de rosas que podar en su jardín.

También Rossi dijo que no volverá a dar su confianza a Prodi si mantiene a las tropas en Afganistán y no revoca la autorización para que la base de Vinzenza sea ampliada, cuestiones que motivaron su abstención en la votación.

expulsiones

Los dos senadores comunistas que se abstuvieron en la votación que propició la caída del Gobierno, Franco Turigliatto (PRC) y Fernando Rossi (PdCI), defienden su rebeldía a pesar de que pueden ser expulsados de sus respectivos partidos.

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