Cuando se dio a conocer el calendario del Top 16, la «familia» baskonista temblaba al ver el duro inicio del cuadro gasteiztarra, con sendas visitas a Tel Aviv y a Pau. Un mal inicio pudiera significar clasificarse en segundo lugar y enfrentarse ante el «coco» CSKA de Moscú en el cruce de cuartos.

Sin embargo, la victoria en Tel Aviv dio un buen respiro a los alaveses, aunque todavía le falte cierta regularidad. Por ello, tras barrer de la pista a los locales en la primera mitad, la consecución de la victoria gasteiztarra se complicó en exceso ante un Pau Orthez muy gris.

Lío tras el descanso

Tau Baskonia comenzó muy frío, pero aguantaba en defensa. De hecho, los seis primeros puntos de los alaveses llegaron en fáciles contraataques, debido al mal balance defensivo galo.

Los locales, pese a los ánimos de la grada, no apretaron en ningún momento y los baskonistas, con House, Scola y Erdogan liderando la anotación, se fueron en el marcador sin forzar, con cierta seriedad atrás, y sin complicarse en el ataque.

Tras el 36-59 con el que se llegó al descanso, la única duda estaba en ver si los de Lezkano iba a mantener su ritmo de juego.

Pero todo se complicó en la reanudación. Por vergüenza torera, los de Gordon Herbert pusieron una presión en práctica que limó las diferencias. La tensión de los jugadores baskonistas no era la apropiada, ya que dieron por terminado el partido antes de tiempo. El ataque baskonista se cortocircuitó mientras que el juego colectivo galo -con el gran acierto de Harrison desde fuera- acercó el marcador a un peligroso 75-80.

A partir de ese momento, mostrando mucha seguridad desde la línea de tiros libres, los de Lezkano supieron mantenerse delante hasta el 89-99 final.