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Los rojillos caen a puestos de descenso

Bienvenidos a la oscuridad del pozo

Tras un primer periodo plano, el rendimiento de los de Ziganda volvió a caer con estrépito en otra segunda parte para echarse a temblar. Ello, unido a las victorias de los tres conjuntos que estaban por detrás de los rojillos, les hace bajar hasta la antepenúltima posición.

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OSASUNA 0

RACING 2

Natxo MATXIN | IRUÑEA

Como el cántaro de la lechera, Osasuna ha venido coqueteando con los puestos de descenso desde hace ya unas cuantas jornadas. Tanto que al final ha acabado cayendo en una de esas posiciones en las que las cosas se ven con el tono negruzco de un pozo y de las que, como en las arenas movedizas, no es nada fácil salir a flote.

Lo peor de verle las orejas al lobo no es que el equipo hiciera un partido horrendo, ni siquiera que congeniaran el resto de inmediatos rivales para superar a los rojillos en la tabla, lo más trágico es que el conjunto dirigido por Ziganda dio una sensación de anarquía y vacío en su juego que no invita al optimismo precisamente.

Y lo malo no es sólo eso. Ahora queda comprobar si los pupilos del técnico de Larraintzar tienen los suficientes arrestos como para salir de inmediato de esta lamentable situación o el estar en puestos de descenso les supone una pesada losa de la que no consiguen desasirse. El que sea una plantilla prácticamente nueva no parece ser un punto a su favor, pero está claro que no les queda otro remedio que aprender a base de palos.

Queda toda una segunda vuelta por delante y habrá que confiar en que el equipo vaya conjuntándose cada vez más -ello debe traer implícitos mejores resultados-, pero la sensación que quedó ayer en el aficionado trasladó justamente lo contrario: que la dinámica de Osasuna está yendo cada vez a menos.

Ya ni siquiera la escuadra navarra dejó la buena imagen de juego que se vio en algunas fases de los encuentros en los que se midió a Murcia y Real Madrid, pese a que en aquellos choques acabó también perdiendo. Ante el Racing, sólo los escarceos de Juanfran mediada la primera parte pudieron merecer el calificativo de ocasiones.

El resto del envite fue sencillamente soporífero, con un Osasuna frío, sin el corazón que se le presupone a un equipo al que, por tradición, se le teme en su feudo, si bien esa es una sensación más fruto del repetido topicazo que de la realidad más reciente.

La temporada pasada sólo se impuso en una tercera parte de los encuentros caseros y la presente lleva pinta de discurrir por los mismos derroteros si no cambian mucho las cosas.

Fragilidad osasunista

Con ese talante, no era de extrañar que, a poco que el rival apretara un poco más, los tres puntos volaran otra vez de El Sadar. Y el Racing supo muy bien leer la delicada situación rojilla para aprovecharse de ello en una jugada de estrategia en la que la retaguardia local volvió a estar francamente desacertada.

La fragilidad osasunista quedó patente en este lance y en el siguiente. Es cierto que apenas quedaba margen para la reacción -el 0-1 de Colsa fue en el 81-, pero lejos de producirse un instintivo arreón ante el varapalo recibido, los de Ziganda encajaron el siguiente a renglón seguido, lo que dejó el encuentro más que decidido del lado de un conjunto cántabro que incluso se permitió el lujo de reservar a hombres habituales ante su importante compromiso copero de este próximo miércoles frente el Zaragoza.

Como colofón a la aciaga tarde, los resultados de los rivales tampoco acompañaron, aunque poco se puede achacar a éstos cuando la tozuda realidad deja patente que Osasuna sólo ha cosechado una victoria en los últimos seis partidos ligueros que ha disputado. Todo ello hace que el derbi de la semana que viene se convierta en una auténtica final, esta vez sí sin que ello suene a topicazo.

Ziganda: «El equipo no ha transmitido, nos ha faltado fe para ir a por el encuentro»

En uno de sus momentos más complicados como entrenador, Ziganda no ocultó que a su equipo le faltó «transmitir en el campo y fe para ir a por el partido». «Ha sido un golpe muy duro para todos, desde el inicio del segundo tiempo hemos perdido el sitio y, en cambio, ellos han estado muy ordenados, juntos y compenetrados, con mucha confianza», explicó.

El de Larraintzar, que admitió que los suyos hicieron «muy poco» para obtener los tres primeros puntos que se jugaban en casa en 2008, agregó que «ya ni creamos ocasiones ni estamos serios atrás», unos problemas de los que él mismo se autoinculpó «porque soy yo quien tengo que dar con la tecla y el que debe elegir ese once que tenga confianza y saque resultados adelante».

La solución, en una semana. Ahora el derbi contra el Athletic se presenta como un duelo de muy necesitados, especialmente para los navarros. «Es un rival directísimo al que se le da bien jugar en Pamplona. Está en nuestra mano pasarle en la clasificación, pero para eso hay que sacar todo lo que llevamos dentro, no queda otro remedio que remar en la misma dirección», insistió.

Bastante más contento por la trayectoria de su escuadra -ya suma los 32 puntos y está en puestos europeos-, Marcelino García Toral consideró «justa» la victoria de su equipo en El Sadar, «tras un gran segundo tiempo en el que hemos sido superiores y tenido la fortuna de acertar en una jugada de estrategia».

El técnico racinguista apuntó que este nuevo triunfo demuestra que «somos una plantilla competitiva a pesar de las lesiones» y que el triple cosechado en Iruñea «es el fruto que han recogido algunos futbolistas menos habituales a su trabajo diario».

N.M.

Sólo tres victorias de diez partidos caseros jugados

De los diez partidos ligueros caseros que ha disputado Osasuna en esta primera vuelta, sólo ha conseguido imponerse en tres, una estadística muy parecida a la de la temporada pasada. Con la de ayer, los rojillos han sufrido tres derrotas en El Sadar y cuatro empates.

La cantera rojilla cosecha otro pleno en sus encuentros

Juveniles, cadetes e infantiles rojillos vencieron en todos sus compromisos. Los de División de Honor ganaron al Ariznabarra (0-3), mientras que los de Liga Nacional golearon (10-0) al Azkoien. Los cadetes ganaron al Murchante y Pamplona, y los infantiles al Izarra y Corellano.

El bajo número de faltas, ejemplo de poca agresividad

El escaso número de faltas que cometió Osasuna a lo largo del partido es una faceta que se está haciendo constante y demuestra la falta de agresividad de los rojillos. Ayer sólo acumularon ocho infracciones, una tercera parte de las que llevó a cabo el Racing.

Más de un año sin pisar puestos de descenso

Osasuna llevaba más de un año sin conocer el peligro de estar situado en uno de los tres puestos de descenso. Desde noviembre de 2006, tras otro horripilante partido disputado en Huelva en la jornada undécima, los rojillos no estaban inmersos en las posiciones de la quema.

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