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CRÓNICA | Turkmenistán, la república del gas

Gasolina, gas, electricidad, sal, harina y agua gratis para los turkmenos

Cuando Gurbanguli Berdimujammedov fue investido como jefe de estado de turkmenistán el 2 de febrero de 2007 prometió seguir la senda del primer presidente Saparmurat Niyazov, el llamado «padre de los turkmenos», el megalómano dirigente que reprimió con dureza todo tipo de oposición, e impuso medidas a cada cual más estrafalarias.

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Berdimujammedov también prometió no subir los precios de la gasolina y que se mantendría el carácter gratuito de los suministros de gas, electricidad, agua y sal a toda la población del país. Al igual que en tiempos de Niyazov, sólo existe un partido legal, el Partido Democrático. Ahora, sin embrago, Berdimujammedov no quiere ser menos que Niyazov y ha decretado que los turkmenos reciban gratuitamente cada mes una cantidad determinada de gasolina.

Desde 1993, por orden del fallecido líder turkmeno Saparmurat Niyazov -muerto en diciembre de 2006 tras 21 años en el poder, desde que en 1985 fue elegido primer secretario del Partido Comunista de Turkmenistán y tras la disolución de la URRS- el gas natural calienta las casas de los turkmenos, sin que estos tengan que preocuparse de costear los gastos de comunidad a finales de mes. Y es que Turkmenistán, conocida como la «República del Gas», acoge las quintas reservas mundiales de gas y es el segundo productor de la comunidad pos-soviética después de Rusia, el líder mundial.

En el caso de la luz, el usuario de este país centroasiático bañado por el mar Caspio puede consumir de manera gratuita hasta 90 kilovatios por hora.

Ahora, le ha tocado el turno a la gasolina, paradójicamente cuando los precios internacionales del petróleo marcan registros históricos que se acercan peligrosamente a los 100 dólares por barril.

Hasta ahora, el coste de un litro de gasolina es de dos centavos estadounidenses, cuatro veces más barato que una botella de agua mineral.

El principal hándicap que limita el desarrollo del país es la falta de agua, ya que más del 80% del territorio es desértico. Por esa razón, los turkmenos también tienen derecho a una ración de agua, que varía según el lugar de residencia, sea la ciudad o el campo, donde residen dos tercios de la población.

Los turkmenos, alrededor de cinco millones, también reciben mensualmente desde hace años raciones de harina y sal, entre otros productos básicos, en los almacenes estatales.

Nada más llegar al poder el presidente ordenó la reanudación del pago de las pensiones a los jubilados, en su mayoría abolidas por el fenecido Niyazov. Más de cien mil jubilados de este país centroasiático no recibieron pensiones entre el 1 de enero de 2006 y mediados de 2007, ya que el excéntrico líder turkmeno los consideraba «parásitos».

Berdimujammedov ha prometido que mantendrá en el futuro los subsidios establecidos por su antecesor. Además, también adelantó un programa de reformas y privatizaciones para racionalizar la gestión de la economía nacional.

Debido a la ausencia desde hace años de datos objetivos sobre sus reservas de gas, algunos analistas han puesto en serias dudas la supuesta riqueza energética de Turkmenistán (unos 22,5 billones de metros cúbicos) y su capacidad para cumplir sus compromisos.

Por esta razón, el ministerio de Petróleo, Gas y Recursos Minerales turkmeno anunció esta semana que permitiría, por vez primera, una auditoría independiente de sus reservas de gas.

Alternativa energética

Turkmenistán está considerada, junto a la vecina Kazajistán, como la alternativa energética a Oriente Medio para las principales economías mundiales.

Desde hace meses las tres potencias regionales -Rusia, China e Irán-, además de Estados Unidos y la Unión Europea, pujan por hacerse con la llave del gas turkmeno.

Rusia y China han firmado sendos contratos de suministro, mientras la UE y EEUU intentan persuadir a Berdimujammedov para que se comprometa a surtir con gas a Occidente a través de un gasoducto que cruzaría el mar Caspio.

No obstante, Turkmenistán no está dispuesta a regalar el gas y ha duplicado las tarifas a sus clientes, lo que desató a principios de año un conflicto de precios con la vecina Irán. El conflicto llevó a la suspensión del suministro de gas el pasado 15 de enero. Turkmenistán justificó la media indicando que Teherán no paga la factura.

Si Turkmenistán consigue satisfacer a todos sus socios, la población podrá seguir disfrutando de agua, gas, electricidad y gasolina gratuitos, y cumplir el «sueño» de Niyazov de convertir a este país en el «Kuwait de Asia Central».

Berdimujammedov también restableció las clases de gimnasia en el programa escolar, abolidas por su antecesor, que proscribió también el ballet, la ópera y el circo -de nuevo legales-, pero se desconoce si el presidente turkmeno restaurará el calendario tradicional, que fue modificado a capricho por Niyazov, que impuso nuevos nombres para los meses del año y los días de la semana.

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