Fallece Charlton Heston y deja un legado de filmes para la historia
Charlton Heston, al que recordaremos en papeles como Moisés, Marco Antonio y El Cid, falleció el sábado en su residencia de Beverley Hills, a los 84 años. El artista, retirado hacía años, padecía desde el 2002 un mal degenerativo con síntomas similares a los del Alzheimer.
GARA | NUEVA YORK
El principal exponente del cine épico de Hollywood durante los años 50 y 60 nació el 4 de octubre de 1924 en Evanston, Illinois como John Charles Carter. Inició su andadura cinematográfica, que abarcaría más de un centenar de películas, como protagonista de la adaptación de la obra de teatro de Henrik Ibsen ``Peer Gynt'' (1941). Poco después, se puso en la piel de Marco Antonio en ``Julio César'', sobre la obra de Shakespeare filmada por David Bradley. Fue el precedente inmediato de su salto al estrellato, al protagonizar, en 1952, ``El Mayor Espectáculo del Mundo'', dirigida por Cecil B. DeMille, ganadora del Oscar a la Mejor Película y al Mejor Guión.
Ya asentado en Hollywood, Heston se insertaría definitivamente en el género de la aventura y de la épica religiosa con filmes como ``Cuando ruge la Marabunta'' (1954) y, sobre todo, con su papel de Moisés en ``Los Diez Mandamientos'', también dirigida por DeMille, en 1956.
No obstante, el actor se reservó un hueco en su apretada agenda para protagonizar uno de sus papeles más recordados por los cinéfilos: el del policía Ramón Miguel Mike Vargas, en la obra maestra de Orson Welles, ``Sed de Mal''. Fue el propio Heston el que exigió ser dirigido por el genial director, e incluso reembolsó de su bolsillo los gastos necesarios para asegurarse de que Welles estaría detrás de las cámaras en este revolucionario ejercicio de cine negro.
No obstante, el papel más memorable de Heston llegaría en 1959, dando vida al príncipe judío, Judah Ben-Hur, en la épica del mismo nombre dirigida por William Wyler, que sentó el estándar por el que el resto de las superproducciones serían juzgadas a partir de ese momento. Coprotagonizada por Stephen Boyd, Jack Hawkins y Frank Thring, el film sigue ostentando el récord de estatuillas de la Academia de Hollywood, con 11 premios, un número sólo igualado por dos películas deudoras de su legado: ``Titanic'', de James Cameron, y ``El Retorno del Rey'', de Peter Jackson.
La década de los 60 es, para Heston, la de consolidación a la cabeza de los principales filmes históricos de Hollywood. En 1961 interpretó a Rodrigo Díaz de Vivar en``El Cid'', el filme de Anthony Mann, cuyo rodaje se prolongó durante tanto tiempo que Heston fue incapaz de promocionar la campaña presidencial de su buen amigo, el entonces candidato demócrata John Fitzgerald Kennedy.
Durante esa época, Heston comenzó a implicarse cada vez más en los problemas de la sociedad estadounidenses, llegando a participar en una marcha del entonces incipiente Movimiento por los Derechos Civiles junto a Martin Luther King, antes de derivar a tendencias mucho más conservadoras en los últimos años de su vida. Mientras, seguía interpretando a personajes históricos como san Juan Bautista en ``La Historia más Grande jamás Contada'' (1965) y al pintor Miguel Angel en ``El Tormento y el Extasis''(1965) con la que dio por concluida esta etapa de su carrera. En 1968, protagonizaría el que consideró el papel favorito de su carrera, 'Will Penny', la historia de un vaquero que entabla de una relación de amistad con una mujer y su hijo.
Cuatro cintas de ciencia-ficción
A finales de los 60 y durante los años 70, Heston protagonizó un giro temático en sus papeles al apostar por un género con aires de renovación: el de la ciencia-ficción, con cuatro películas, todas ellas adaptaciones de libros de éxito y caracterizadas por la pesimista perspectiva con la que se dibujaba el futuro de la Humanidad. ``El Planeta de los Simios'' (1968) y su inferior secuela, ``Regreso al Planeta de los Simios'' (1970), en la que asumió a regañadientes un papel testimonial; ``El Ultimo Hombre...vivo'' (1971) y uno de los ejemplos más recordados (y amargos) del género: ``Cuando el Destino nos Alcance'', donde compartía cartel con otra leyenda de la pantalla, Edward G. Robinson.
A lo largo de esa década, Heston se apuntó al género de desastres -``Aeropuerto 1975'' y ``Terremoto''-, en lo que fueron sus últimas apariciones estelares en la gran pantalla, antes de limitar su presencia a lo largo de los 80 y los 90, donde sí que aceptó trabajar a las órdenes de su hijo, Fraser Heston (``Alaska'').
El papel más memorable de Heston llegaría en 1959, dando vida a Judah Ben-Hur, en la épica dirigida por William Wyler, que sentó el estándar por el que el resto de las superproducciones serían juzgadas a partir de entonces.
Las ideas de Heston fueron definidas por él en 1999, en un discurso en el que lamentó la «guerra cultural en la que se halla inmersa la sociedad estadounidense, amenazada por la corrección política».
«Marché con negros en los años 60 a favor de sus derechos civiles, antes de que estuviera de moda, pero cuando dije el año pasado que el orgullo blanco es tan importante como el orgullo negro, el rojo, o el de cualquiera, me llamaron racista; he trabajado con homosexuales de extraordinario talento durante toda mi vida, pero cuando dije que los derechos de los homosexuales no deberían ir más allá de los míos o de los vuestros, me llamaron homófobo», declaró.
Heston fue presidente la Asociación Nacional del Rifle y fue objeto de las críticas del público cuando en 2000 respondió a la propuesta del candidato Al Gore de retirar el derecho constitucional de la Segunda Enmienda a portar armas de fuego, levantando un rifle gritando «(Gore lo retirará) de mis manos frías y muertas».
Los últimos años de su vida, abandonó su implicación en cuestiones políticas y se retiró de la vida pública.
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