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Cientos de vecinos exigen un proyecto educativo para Ibarra

Alrededor de medio millar de vecinos han exigido este fin de semana en Ibarra «un proyecto educativo para el pueblo», y más concretamente la continuidad del servicio de Escuela Infantil municipal. El Ayuntamiento de Ibarra pretende aprobar mañana mismo la cesión del servicio a un consorcio dependiente del Departamento de Educación de Lakua.

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Kepa PETRALANDA |

Alrededor de 500 vecinos de Ibarra se han concentrado este fin de semana en la plaza San Bartolomé, al objeto de mostrar su disconformidad con la decisión del equipo de gobierno municipal para ceder la gestión de la Escuela Infantil al Consorcio de Escuelas Infantiles del Departamento de Educación, Haurreskolak, a partir del próximo curso, y en defensa de un único proyecto pedagógico de 0 a 16 años para el pueblo.

Tal y como recordaron, durante los últimos siete años el municipio de Ibarra ha contado con un servicio de Escuela Infantil municipal. «La puesta en marcha de este servicio recibió el apoyo de todos los partidos políticos municipales y desde entonces la ikastola Uzturpe, como gestora, ha desarrollado un único proyecto pedagógico de 0 a 16 años, abierto a todos», manifestó un portavoz.

Según añadieron, la base para crear la Escuela Infantil fue dar una respuesta a las necesidades de las familias «y con el objetivo de que los niños de Ibarra crezcan, se eduquen y vivan en el pueblo, en el desarrollo de este proyecto hemos colaborado la ikastola, las familias y el Ayuntamiento».

El problema ahora es que el Ayuntamiento de Ibarra, con alcaldía del PNV y el área de Educación en manos de EA, ha mostrado su intención de ceder la gestión del servicio para el curso 2008-2009, algo que una buena parte de este municipio de poco más de 4.000 habitantes no comparte. Recientemente fueron registradas 900 firmas de vecinos de Ibarra con la misma reivindicación.

Cuestionan al respecto las razones por las que las se va a cambiar «un servicio que funciona bien» y añaden que «los argumentos esgrimidos por los representantes municipales carecen de fundamento y no aclaran las dudas» de la población. Al respecto, las familias consultadas señalan que en las reuniones que han mantenido con representantes municipales «no han dicho nada claro y, sobre todo, no han dado un solo argumento, bien de índole económico o de cualquier otro tipo, que justifique la decisión».

Los reunidos exigen a los representantes municipales de Ibarra «dar continuidad al servicio de Escuela Infantil municipal porque tenemos claro que es la mejor opción para el futuro de nuestro pueblo y porque creemos que esta decisión puede ser decisiva para la supervivencia del único centro pedagógico de este pueblo, la ikastola Uzturpe». Al respecto, también añaden que para hacer realidad el proyecto pedagógico hasta los 16 años habría que volver a convocar un concurso en el que la ikastola pujaría junto a otras ofertas que pudieran realizarse para la gestión del mismo.

Los reunidos realizaron además un llamamiento para concentrarse mañana, martes, a las 17.00 en la plaza, ya que a esa hora se ha convocado un pleno en el que presumiblemente se abordará la cuestión.

Bajo el lema ``Bultza euskal hezkuntza'', Sortzen-Ikasbatuaz, asociación que agrupa a centros de enseñanza públicos de Hego Euskal Herria, celebró ayer en Aia una fiesta con los críos como protagonistas, que próximamente se repetirá también en Bizkaia, antes de la tradicional jornada festiva que cada curso, a mediados del mes de mayo, se viene celebrando en Iruñea.

La comparativa entre ambas formas de gestión no arroja dudas

Quienes defienden la continuidad del proyecto educativo de 0 a 16 años en Ibarra han elaborado un listado comparativo en el que se establecen las diferencias entre los dos modelos de gestión. El precio mensual de la Escuela Infantil municipal, por ejemplo, es de 72,87 euros durante la mañana y otros 72,87 por la tarde, mientras que con Haurreskolak menos de cinco horas sale a 135 euros y más de ese tiempo, 180.

Otras diferencias tienen que ver con la limitación de plazas que supone la entrada en el Consorcio, la gestión desde un lugar más alejado (Eibar), el hecho de que la actual Escuela Infantil ofrece servicio más días al año, o el comedor, que dejaría de ofrecerse con comida elaborada con productos comprados en el pueblo.

GARA

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