La Sección Cuarta de la Audiencia de Bizkaia ha dado la razón a Santiago Calatrava en el litigio que mantiene con el Ayuntamiento de Bilbo por la construcción de una pasarela que prolonga el puente Zubi-Zuri diseñado por este arquitecto sobre la ría que atraviesa la capital bizkaitarra. La sentencia condena al consistorio y a las dos empresas que construyeron la pasarela al pago conjunto de 30.000 euros, al considerar que se ha vulnerado el derecho a la integridad de la obra mediante una modificación «inconsentida».

La sentencia considera que, en este caso, «el interés general» no prevalece sobre «el derecho moral» del autor. La Sección Cuarta del órgano jurisdiccional vizcaíno ha estimado, en parte, el recurso interpuesto por Calatrava contra la sentencia dictada el 16 de noviembre de 2007 por el Juzgado de lo Mercantil número 1 de Bilbo, en la que se desestimaba la demanda del arquitecto valenciano al entender que, aunque se había alterado su obra, prevalecía el interés público sobre el derecho de autor, ya que dicha pasarela conecta y facilita el tránsito ciudadano desde el puente a las cercanas torres diseñadas por el arquitecto japonés Arata Isozaki y al barrio del Ensanche. Precisamente, el propio Isozaki diseñó la pasarela por encargo del consistorio.

El alcalde Iñaki Azkuna declaró que, por una parte, están contentos con la sentencia, «con que no nos tire el puente, con que no tengamos que pagar tres millones de euros como pedía el arquitecto y con que al final nos condenen a pagar 30.000 euros a tres empresas. Por lo tanto, el ayuntamiento tendrá que pagar 10.000 euros». Pero, por otra parte, anunció que seguramente presentarán un recurso en casación porque «todos los argumentos de la resolución están absolutamente a favor del arquitecto», y añadió que «si la promotora hubiese dado a Calatrava la prolongación del puente, hubiésemos tenido el mismo problema con Isozaki porque tan importante es un arquitecto como otro. Por lo que la sentencia nos deja en el limbo».

Por su parte, la defensa de Santiago Calatrava calificó de «muy positiva» la sentencia. A juicio de la letrada, Antonia Magdaleno, con esta decisión «se reconoce el derecho a la propiedad intelectual. Se estiman todas nuestras pretensiones con una disminución importante de la indemnización económica, pero que, como siempre hemos dicho, no era ni muchísimo menos nuestro principal objetivo».