Ya está. El Consejo de Derechos Humanos de la ONU ya ha dado el visto bueno al informe elaborado por el juez sudafricano Richard Goldstone sobre la masacre sionista en Gaza el invierno pasado. El resultado de la investigación era el que todo el mundo ya sabía desde que comenzó la ofensiva, que los israelíes habían cometido crímenes de guerra. Aunque Goldstone también apunta a que Hamas también los cometió. Han tardado un año para declarar lo que todo el mundo ya sabía.

Pese a las maniobras de dilación de la Autoridad Palestina dirigida por Mahmud Abbas para evitar que se votase este informe, ha salido adelante. En el colmo del cinismo, Saeb Erekat, negociador de la Autoridad Palestina, se felicitó por la aproba- ción del informe Goldstone. El líder de Hamas en el exilio de Damasco, Jaled Meshal, calificó lo sucedido en Ginebra como «victoria para el pueblo y los mártires palestinos». Israel, en cambio, se sube por las paredes.

Ahora, el documento será enviado al Consejo de Seguridad. En el caso de que los nuevos vientos de Barack Obama soplen en el sentido de no utilizar el derecho de veto para ayudar a Israel, puede que hasta se apruebe una resolución.

Una más, que irá a parar al montón de los papeles mojados, junto a las resoluciones que exigen a Israel que se retire de los territorios ocupados o al lado de la que proclama el derecho de los refugiados al retorno.

Israel sabe bien que no se juzgará a ninguno de sus dirigentes por crímenes de guerra. Aprueben lo que aprueben.