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«Celaá manipula la opinión de los agentes educativos»

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Jon URRUSOLO
Responsable de LAB Irakaskuntza

Jon Urrusolo afirma que hay que poner el capital de la representatividad que LAB y la mayoría sindical vasca lograron en la elecciones de la Enseñanza en Araba, Bizkaia y Gipuzkoa en el camino para la construcción de un sistema educativo vasco y pide al Gobierno de Gasteiz que cambie de rumbo.

Juanjo BASTERRA |

LAB dio un vuelco a la representación sindical en el sector de la Enseñanza en Araba, Bizkaia y Gipuzkoa. Logró auparse a la primera fuerza con 80 delegados, mientras que CCOO bajó a la cuarta posición, tras ELA y STEE-EILAS. En ese apoyo iba incluido el rechazo a la política que el Gobierno de Patxi López está aplicando en el sector de la Enseñanza, «que mira a Madrid y no a Euskal Herria», como asegura Jon Urrusolo responsable de LAB Irakaskuntza.

Tras los resultados que les han dado la mayoría, ¿la consejera Isabel Celaá o el Departamento de Educación se han dirigido a LAB para tener algún contacto?

No. Sólo hemos leído en algún medio de comunicación que han sacado una nota informativa en la que nos felicitaba. Directamente, no nos han mandado nada.

Es un gesto de propaganda.

Eso es.

¿Qué tiene que cambiar en la Enseñanza de Hego Euskal Herria desde este momento?

El pasado domingo en un acto que hizo el PSE, la consejera de Educación, Isabel Celaá, contestó a la mayoría sindical diciendo que una cosa son los resultados sindicales y otra cosa son las elecciones políticas. Nos dijo que en las políticas, tienen la mayoría y están gobernando con mayoría. Sin embargo, se le olvidó un dato importante como es que nosotros hemos competido con todas las fuerzas sindicales que hay. La mayoría sindical vasca ha salido fortalecida, pero el PSE tiene una mayoría basada en la ocultación de una sensibilidad política de este pueblo. Hay que saber digerir los resultados. Nosotros hemos competido en igualdad de condiciones, pero ellos no.

Entonces, ¿qué debe cambiar?

En la CAV debe cambiar la postura y la forma de entender la Educación en la gente que está gobernando, gracias al pacto con el PP. Están intentando desarrollar un modelo educativo que no responde a las necesidades de este país, sino que responde a unas necesidades que están a 450 kilómetros de aquí, en Madrid. Entienden el desarrollo de la CAV dentro de su España. Pero las elecciones han dejado claro que hay una mayoría de trabajadores y trabajadoras que tienen otra perspectiva, que tienen un modelo educativo que responde a las necesidades de Euskal Herria. Tiene que cambiar de raíz. Porque desde que llevan en el Gobierno de Gasteiz todas las iniciativas que están poniendo encima de la mesa llevan el sello de Madrid, y es lo que se ha rechazado en las elecciones sindicales.

¿Se refiere a los tres pilares en los que se está basando el modelo de Educación?

Sí, a todo lo que tiene que ver con las nuevas tecnologías; el tema de la lengua, el trilingüismo, y del currrículum, dentro del cual hay un apartado que es pequeño, pero que le están dando una proyección elevada, todo lo que tiene que ver con la convivencia. Si analizamos el tema del trilingüismo, es mentira lo que dice Isabel Celaá, porque nadie se opone al trilingüismo. Está manipulando la opinión de de los agentes educativos. Queremos una sociedad plurilingüe, pero primero se tiene que garantizar que todos los alumnos conozcan, cuando terminen la enseñanza, la otra lengua oficial, el euskera. Todos conocen el castellano, pero sólo uno de cada tres sale con las competencias suficientes en euskera. Con el plan trilingüe están impulsando la enseñanza del inglés, pero le están quitando horas a la enseñanza en euskera. Esa ecuación no va a dar alumnos que salgan con competencia suficiente en euskera, en castellano y en inglés. Decimos sí al trilingüismo, al plurilingüismo, pero lo que decimos claramente, es que primero tienen que ser bilingües. Es mentira lo que dice ella. Estamos a favor, pero los puntos de partida y a dónde queremos llegar son diferentes.

¿El Plan de Convivencia?

Es otro tema estrella que tiene encima de la mesa, que hay que entenderlo dentro del currículum. Lo que hicieron nada más llegar al Gobierno fue cambiar lo fundamental del anterior Gobierno en lo que tiene que ver con el concepto de Euskal Herria y lo que define. El Plan de Convivencia está basado en lo que es la ocultación de una realidad de este país y responde a los intereses políticos y a una visión de país que tienen ellos, pero no a la realidad social de Euskal Herria, hay que cambiarlo. Hasta ahora están haciendo todo desde la imposición, pero ninguna propuesta ni estrategia tiene el apoyo de la mayoría de los agentes educativos y hay que pasar de esa imposición a la capacidad que tenemos todos a decidir qué tipo de modelo educativo queremos para Euskal Herria. Ese objetivo choca contra la línea de actuación de la consejera Celaá.

¿La victoria de LAB en las elecciones y el reforzamiento de la mayoría sindical ha roto esa burbuja en la que habita el Gobierno de Gasteiz?

En unos días hemos conseguido romper esa realidad virtual que habían creado. Sí, es así. Pensamos que el gran reto es cómo hacemos para que en los próximos días, meses y el año y pico que queda de legislatura al actual Gobierno podamos cambiar la dirección de esa política.

¿Por dónde debe avanzar ese trabajo conjunto con la mayoría sindical?

Es una casualidad que cuando Euskal Herria en otro ámbito como el político, empieza a vislumbrarse cambios; que se están creando nuevas mayorías y que hay un clima para acumular fuerzas, en Educación la acumulación de fuerzas no existe en los últimos años. Existe una colaboración de la mayoría sindical, pero con el resto de los agentes educativos, no. Más o menos, unos y otros, estamos diciendo cosas muy parecidas y tenemos una visión muy similar de lo que debería de ser el modelo educativo vasco, pero no hay una colaboración. Habrá que ir trabajando para recomponer una alianza amplia, con matices, de todos los agentes sociales que pensamos que Euskal Herria necesita un sistema educativo propio. Creemos que hay que trabajar en ese esfuerzo. El capital que hemos conseguido en estos días con los votos lo tendríamos que poner al servicio de esa nueva dirección: por un lado, hacer una alianza con otros agentes sociales y en el tema estricto sindical engrasar mejor esa mayoría para ponerla en beneficio de todo lo que tenemos en común.

¿Debe cambiar esta política de recortes de plantillas, de salarios, de disminución de presupuesto?

Sí. Hasta hace dos años estábamos dos puntos por debajo del PIB de lo que se gasta de media en la UE, desde hace año y medio los recortes en Educación son muy importantes y nos habrán alejado más de la media europea. Tiene que ver con los sueldos, que se han reducido en torno al 5%, pero también con la calidad de la enseñanza. El clima de los centros está cambiando, porque las bajas no se cubren, se ahorran mucho dinero, pero la calidad baja. Invertir en Educación es necesario, más en épocas de crisis.

Nos venden que hay que profundizar en la formación para estar preparados para el futuro.

Es así. Tendríamos que ver a Isabel Celaá cuando estaba en la oposición en el Parlamento de Gasteiz. Pedía más inversión en los presupuestos, porque es fundamental; ahora niega ese apoyo económico.

¿Ha presentado el escrito ante el Departamento de Educación para reclamar información sobre la situación de los planes?

Hemos metido un escrito para que nos informen sobre las tres líneas estratégicas que tienen: Eskola 2.0, el trilingüismo y el plan de convivencia, porque todo lo que sabemos es por lo que hemos leído en los medios de comunicación. Pedimos información en tres aspectos: qué se ha hecho hasta ahora; qué centros están participando; y, qué órganos de esos centros han decidido participar, qué profesores, qué contenido en materia de formación y que nos digan la hoja de ruta de cómo se va a desarrollar hasta final de curso.

¿Qué tarea en materia de condiciones de trabajo se plantea LAB a partir de este momento?

En las condiciones de trabajo tenemos que hacer frente a diferentes convenios pendientes o como el del personal laboral de Educación especial, que está sin cerrar desde 2003. Está el del personal de Cocina y Limpieza, que ya se tiene que negociar, y el del profesorado que se cerró en falso la primavera pasada por una minoría CCOO y UGT, que hoy es más minoría, y que es la que ha avalado los recortes y el asalto a la calidad de la enseñanza. También está el convenio de Haurreskolak. Debemos potenciar el fortalecimiento de la mayoría sindical porque los buenos resultados logrados los tenemos que utilizar para desandar esos pasos negativos para Euskal Herria.

¿Cree que Isabel Celaá tiene intención de cambiar ese rumbo como le pidieron una vez que se conoció la victoria de LAB en las elecciones sindicales?

Estamos seguros de que no hay intención de cambiar. De todas formas, la pelota está en nuestro tejado para ver qué hacemos para que se vaya o para provocarle mayor desgaste político. Tenemos posibilidades y es en lo que debemos de ahondar. La mayoría sindical hemos sacado el suficiente colchón para ver que la mayoría de los trabajadores está con nuestra posición y tenemos que ver como hacemos para ir desgastando la posición del Departamento. Hay que hacer una política de confrontación. Cuando dices eso, a la gente le viene la huelga a la cabeza, pero hay más fórmulas; antes habría que hacer otras protestas, como conocer el posicionamiento de los centros, concentraciones y movilización de delegados. Hay que intentar que en los centros se hable de las políticas educativas que se están llevando a cabo. Que haya un posicionamiento en contra.

«La buena dirección es ir poniendo las piezas del puzle del sistema educativo nacional vasco»

¿Los resultados de las elecciones ponen encima de la mesa un rechazo directo al modelo que se está aplicando desde el Gobierno de Gasteiz?

Evidentemente. Pero la consejera Celaá no se quiere dar por enterada y resulta que dice que hay que saber digerir las victorias y las derrotas. Que lo haga ella.

¿Qué papel tendrán CCOO y UGT, cada vez más desgastados y con menor representatividad, en este próximo futuro?

En esta fase que vivimos, el papel que les toca y aceptan gustosamente es ser sindicatos pactistas. Todo lo que les ponen encima de la mesa a CCOO y UGT lo van a firmar y pactar. Creemos que en la Enseñanza tienen un incierto y muy oscuro futuro. No tienen futuro. Los resultados del 16 de febrero muestran que el personal de Educación está con el modelo sindical combativo, participativo, y no con el de acompañamiento.

¿El Gobierno de Gasteiz y esos sindicatos utilizan el Departamento de Educación para potenciar el modelo educativo fijado en Madrid?

Están utilizando el Departamento para los intereses que se establecen en Madrid. Están intentando correr la banda, pensando que en la próxima legislatura van a seguir gobernando. Quieren dar pasos, para consolidarlos un año y medio después. Por eso tenemos que trabajar para frenar ese intento.

¿Qué espera?

Estamos seguros que si trabajamos en la buena dirección, es decir, poco a poco poniendo piezas al puzle del sistema educativo nacional vasco se van a ver cambios significativos. Los cambios que se empiezan a ver en la sociedad vasca se tienen que trasladar al mundo educativo, además del trabajo y la pelea por mejorar las condiciones laborales de los trabajadores y mejora de la calidad de la enseñanza, hay que empezar a trabajar en clave de país. Tenemos que pensar en qué instrumentos a nivel nacional necesita la Educación. Desde ya se me ocurre trabajar entre todos los que estamos a favor de un sistema de educación vasco en un centro de documentación de temas de Educación. Empezar a hablar de un currículum vasco y cuál va a ser el ente de Euskal Herria que desarrolle y actualice el mismo. Hay que empezar a dar pasos firmes hacia instrumentos nacionales que ayuden al conjunto de la población de Euskal Herria. J. B.

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