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Rusia advierte de que la ONU puede avivar la guerra civil siria

Rusia advirtió ayer de que si el Consejo de Seguridad de la ONU aprueba la resolución sobre Siria propuesta por las potencias occidentales puede abrir la puerta a una guerra civil en este país. El Consejo comenzó ayer el debate, en el que Moscú se juega el mantenimiento de su aliado y su prestigio como potencia internacional relevante.

GARA | NUEVA YORK

Rusia trata de evitar en el Consejo de Seguridad de la ONU la resolución contra Siria que reclama la salida de su presidente, Bashar al Assad y, en la que más que la pérdida de un aliado en la región, se juega su papel relevante en la escena internacional. Hasta ahora, Moscú ha vetado una condena del régimen sirio pese a las presiones occidentales. En esta ocasión, los líderes de la diplomacia de Estados Unidos y de varios países europeos están presentes en el debate para emplearse a fondo en la presión sobre Siria.

Junto al secretario general de la Liga Árabe, Nabil al Arabi, se encuentra la secretaria de Estado de EEUU, Hillary Clinton, y los ministros de Exteriores francés, Alain Juppé, y británico, William Hague, entre otros.

El primer ministro qatarí, Hamad bin Jassim al Thani, fue el primero en hablar para pedir al Consejo en nombre de la Liga Árabe que «pare la máquina de matar» y que apoye el plan de transición que la organización regional presentó .

Previamente, Rusia ya ha mostrado su oposición. «El proyecto occidental de resolución no busca un compromiso. Imponerlo abriría la vía a una guerra civil», había declarado el viceministro ruso de Asuntos Exteriores, Guennadi Gatilov.

«Rusia y China han votado contra el proyecto de resolución propuesto en octubre por nuestros colegas occidentales, que tenía un esquema inaceptable. El proyecto actual no está lejos de la versión de octubre, no lo podemos apoyar», añadió. El ministro de Exteriores ruso, Sergi Lavrov insistió en que Moscú no pedirá a Bashar al-Assad que dimita, subrayando que el presidente sirio no es un aliado.

«No es nuestro aliado»

«No creo que la política rusa consista en pedir dimisiones. Los cambios de régimen no es no nuestro trabajo», declaró Lavrov a una cadena de televisión australiana. «Corresponde a los sirios decidir por sí mismos el modo de dirigir el país, sin ninguna injerencia extranjera. No somos un país amigo. No somos aliados del presidente Assad. Nunca hemos dicho que el mantenimiento en el poder de Assad sea una solución a la crisis», añadió.

El proyecto occidental en la ONU retoma las grandes líneas del plan de la Liga Árabe que reclama el traspaso del poder al vicepresidente y la negociación con la oposición.

Pero aunque Rusia se ha opuesto, no ha precisado con claridad si iba a usar su derecho de veto o simplemente se abstendría, dejando la puerta abierta a la resolución, como fue el caso de Libia. Para el analista Boris Dolgov, «si Rusia cede sobre Siria, como cedió con Libia, va a comprometer definitivamente su prestigio».

Su papel diplomático se ha visto arrinconado, después de que el proyecto de resolución ruso sobre el conflicto sirio se topara con el rechazo de los países occidentales. De la misma forma, su propuesta de negociación, aceptada por Damasco, chocó con la rotunda negativa de la oposición.

«Hay un juego deshonesto en torno a Siria. Primero, se imponen sanciones unilaterales sin consultar a Rusia y luego pasan al Consejo de Seguridad para obtener nuestro apoyo. No podemos aceptar ese planteamiento», declaró Gatilov.

Rusia recuerda lo sucedido con la declaración sobre Libia que avaló los ataques de la OTAN. En cambio, el ministro francés de Asuntos Exteriores, Alain Juppé, quiso desvincular ambos conflictos y para ello descartó la posibilidad de una intervención armada de la comunidad internacional, porque «las cosas son muy diferentes» en esos países: «por ejemplo en Siria hay comunidades que son antagonistas y toda intervención podría conducir a una guerra civil».

Jornada de cólera

Mientras la ONU empezaba a discutir la resolución, en Siria la oposición llevó a cabo una «jornada de cólera» por la muerte de cientos de personas los días previos. Los combates en los distritos que controla el autodenominado Ejército Librio Sirio, incluso en las afueras de Damasco han aumentado el número de víctimas.

Ayer fallecieron al menos 30 personas, entre ellas dos menores, según los opositores Comités de Coordinación Local

El ELS lleva a cabo sus ofensivas en Idleb, Homs y las afueras de Damasco, aunque no dispone de un territorio continuo. Aun así, asegura que el Gobierno sirio sólo controla la mitad del territorio, según el coronel Riad Al-Assaad, líder de los insurgentes, que precisó que esto no quiere decir «control total» del ELS sobre el resto de las regiones, ya que lleva a cabo acciones de guerrilla.

ayuda militar

El ministro francés de Asuntos Exteriores, Alain Juppé, negó que el Estado francés o Gran Bretaña estén prestando ayuda militar a los combatientes opositores y que hayan enviado comandos especiales o armas. El senador Dick Lugar, máximo representante republicano en la comisión de Exteriores del Senado de EEUU, afirmó que «en esta fase», no es partidario, de prestar ayuda a la insurgencia.

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