Ni el Gobierno del PP ni el Ejecutivo de Lakua valoraron la sentencia del Supremo más allá de las fórmulas basadas en «el respeto a las decisiones judiciales».

Al término de la cumbre hispano-lusa que se celebró ayer en Oporto, el presidente español, Mariano Rajoy, mostró su «respeto y acatamiento» al fallo, mientras que el Gobierno de Lakua, mediante una escueta nota, se pronunció en términos similares, recurriendo al «respeto y acatamiento de las resoluciones judiciales, que se mantienen tanto cuando se comparte como cuando se cree que pueden no ser entendidas por gran parte de la sociedad».

El presidente del PP de la CAV, Antonio Basagoiti, optó por la sal gorda y señaló que «si el Supremo ha condenado a seis años a Arnaldo Otegi es que se lo merece. Y si le condenan a ocho es que se lo merece». Ademas, mostró su satisfacción porque «con la pena impuesta es evidente que no puede ser candidato a lehendakari, aunque no implica nada desde el punto de vista electoral».

El presidente del EBB del PNV, Iñigo Urkullu, también recurrió a una nota para afirmar que la sentencia es un sinsentido y que «resulta difícil sostener principios como el del respeto a las sentencias y a la independencia judicial» tras conocer la resolución.