REAL Griezmann se reencontró con el gol y Agirretxe encarriló el partido nada más quedarse con diez el Zaragoza
A disfrutar del presente y el futuro
Los de Montanier reivindicaron con su victoria en La Romareda la injusticia que para el club supuso una semana en la que no se pudo saborear el mejor momento en diez años. La novatada del debutante Héctor, expulsado en el minuto 22, condicionó el encuentro.
Joseba ITURRIA
La Real ratificó en La Romareda que está dispuesta a pelear por entrar en Europa y reivindicó que cuando se tiene a este grupo de jugadores de tanta proyección y compromiso solo se puede hablar de un presente y un futuro ilusionante y no de un pasado al que solo hay que mirar para recordar lo que este club nunca debe volver a hacer.
Había muchos temores en el entorno realista por la posible influencia que la dura semana iba a tener en los jugadores y por la reacción del joven debutante Gil Manzano ante todos los comentarios suscitados después de las expulsiones de rivales de los realistas en los últimos partidos y de las quejas zaragocistas por los arbitrajes.
Pero bastó media hora para disipar todas las dudas porque los jugadores realistas demostraron que si Badiola no fue capaz de enviarlos a un manicomio en el año que tuvieron que padecerlo en el club no les va a descentrar tampoco ahora y Gil Manzano tuvo la valentía de los 29 años que le convierten en el árbitro más joven de Primera y aplicó el reglamento y mostró con toda justicia las dos cartulinas amarillas al debutante Héctor, que no podía con Vela.
Tampoco sancionó fuera de juego en el primer gol de Griezmann, aunque la jugada ofrece dudas hasta al detener la imagen de la televisión. Y en caso de duda el asistente hizo bien en dar validez al gol.
Méritos propios
Es cierto que debió mostrar una amarilla a Illarramendi, pero no se puede atribuir a Gil Manzano o a los árbitros ni el resultado de ayer ni los siete partidos jugados en superioridad que lleva el equipo, porque la gran mayoría de las tarjetas son méritos de los jugadores realistas, especialmente de Vela.
El mexicano volvió a provocar las dos amarillas con su verticalidad y dio el pase perfecto a Griezmann que permitió a la Real encarrilar el encuentro al quedarse con uno más y con un gol a favor tras superar un inicio difícil.
Además pronto marcó Agirretxe y, a partir de ahí, todo resultó muy sencillo para la Real, que controló la posesión del balón y a la que solo le faltó más instinto en la segunda parte para marcar más goles. El 2-0 no es un resultado definitivo, hubo un par de acciones en el minuto 75 en las que el Zaragoza pudo recortar diferencias y en partidos tan bien encarrilados no se puede dar esa opción al rival y hay que hacer leña del árbol caído. Ya sucedió el año pasado en Anoeta ante el mismo rival y es un error porque al final de temporada un par de goles en el average general pueden decidir si la Real entra en Europa o no.
Salvo esa falta de instinto, la Real jugó muy bien, tuvo el partido controlado con un 65% de posesión y Montanier se permitió el lujo de retirar a los dos jugadores más importantes ahora, Vela e Illarramendi, en los primeros cambios, sin que por ello nunca peligrara un triunfo que confirma la racha positiva.
Hay que remontarse al año del subcampeonato para encontrar una serie como la actual de trece encuentros con siete victorias, cinco empates y una derrota y lo más importante es que la actual se basa en un equipo sostenible económicamente, joven y de cantera -diez jugadores formados en Zubieta jugaron ayer- que merecen que se hable solo de ellos porque representan el presente y el futuro de este club.
Philippe Montanier señaló sobre las expulsiones que sufren los rivales que «cuando algo pasa siete veces quizás no es una casualidad. Al inicio del partido pensamos en provocar estas situaciones con nuestro juego y muchas veces nuestro rival recibe dos tarjetas amarillas, casi nunca una roja directa».
En la misma línea Xabi Prieto señalaba que «eso pasa por algo. Han sido dos faltas a Carlos bastante claras. Cuando ocurre eso es normal que se expulse a un jugador rival». El presidente Jokin Aperribay, que no quiso pronunciarse sobre todo lo que pasó la semana pasada, comentó que «las dos tarjetas lo son, la segunda ha sido una patada por detrás. No recuerdo ninguna expulsión injusta y quizás estén provocadas por nuestro estilo de juego».
El técnico del Zaragoza, Manolo Jiménez, tampoco cuestionó las dos tarjetas y en su análisis del partido señaló que «en un desajuste nos han metido el primer gol en el minuto 11 y, en el 22, con la expulsión de Héctor, se ha terminado el encuentro. A partir de ahí, la Real manejó bien el partido».
Montanier se mostró «contento con la victoria porque teníamos un reto para la segunda vuelta de ganar fuera de casa y conseguirlo desde el inicio es una buena señal. Sabíamos que el Zaragoza iba a empezar muy bien el partido, sufrimos en los primeros minutos y poco a poco hemos vuelto a dominar, aprovechamos la primera ocasión para marcar un gol, que llegó muy rápido y eso ha dado más confianza el equipo, que ha estado más sólido. A partir de ahí ha sido un encuentro menos complicado con la superioridad numérica».
Sobre las opciones europeas que han salido reforzadas tras las dos victorias, Montanier señaló que «podemos hablar de Europa como otros equipos, estamos en buena situación, pero lo importante, son los 36 puntos». Tampoco Aperribay quiso hablar de Europa y prefirió centrarse en el próximo partido ante el Levante en Anoeta. GARA
La Real descansará hoy y volverá a los entrenamientos mañana a las 11.00 en Zubieta. El miércoles y el jueves (cerrad0) se entrenara a la misma hora y el viernes y el sábado (cerrado) a las doce para preparar el partido contra el Levante del domingo a las 12.00 en Anoeta.
Además de la victoria del Sanse sobre el Izarra (2-1), el juvenil ganó 0-2 al Comillas y se coloca tercero empatado con el Eibar. El Easo goleó 6-2 al Romo y sigue segundo a cuatro puntos del Danok Bat, el cadete ganó 2-3 al Athletic y se acerca a un punto de los rojiblancos y el infantil txiki ganó 0-3 al Hernani.
