GARA > Idatzia > Mundua

Ennhada se compromete a seguir en el poder ante 15.000 partidarios

Ennhada se comprometió ayer ante 15.000 seguidores a no ceder el poder, mientras las negociaciones para la formación de un nuevo Gobiern se eternizan y el país se hunde en la peor crisis política tras la caída del régimen de Ben Ali. El gubernamental partido islamista apeló a la unidad nacional e insistió en formar un Ejecutivo político.

p027_f01_148x112.jpg

GARA | TÚNEZ

Al menos 15.000 integrantes y simpatizantes del gubernamental partido islamista Ennhada -100.000, según un portavoz del Ministerio de Interior- se manifestaron ayer en la capital tunecina para defender el derecho de este movimiento político a dirigir el país, inmerso en una grave crisis política. Ante ellos, dirigentes de Ennhada se comprometieron a no abandonar el poder que conquistaron en las urnas.

«Ennahda está bien (...) Y jamás cederá el poder mientras goce de la confianza del pueblo y de la legitimidad de las urnas», clamó el líder del partido, Rached Ghannouchi, al término de la manifestación en la céntrica avenida Habib Bourguiba. «Ennhada no abandonará el poder mientras el pueblo lo quiera», subrayó.

Según Ghannouchi, Ennahda es objeto, desde su llegada al poder en diciembre de 2011, de una «serie de complots» que han culminado con «la propuesta de un Gobierno de tecnócratas (...) Lo que equivale a un golpe de Estado contra el Gobierno elegido». «Ennahda es la columna vertebral del Túnez y quebrantarla o excluirla atentaría contra la unidad nacional del país», aseguró.

De esta forma, Ghannouchi volvió a oponerse a su «número dos», el primer ministro, Hamadi Jebali, que considera que la formación de un Ejecutivo de tecnócratas es la única manera de que Túnez salga de la profunda crisis política en la que se haya sumido y que se ha visto agravada por la muerte del líder opositor Chukri Belaid, el pasado día 6. «Un Gobierno de tecnócratas será débil, sin apoyo e indefendible», sostuvo.

La firmeza del líder islamista, que propone un Gobierno más abierto que el actual dirigido por Ennahda que integre a tecnócratas y políticas, augura una difícil negociación.

Defendió también que la Asamblea Nacional Constituyente adopte la Ley para la Protección de la Revolución con el objetivo de contrarrestar a «aquellos sectores que quieren reinstaurar una dictadura», los mismos que «apelan a un Gobierno de tecnócratas». Esa ley estipula prohibir la participar en las elecciones de toda personas que ocupó cargos en el partido o en el régimen de Ben Ali, lo que podría inhabilitar a más de 60.000 personas.

Otros dirigentes del partido insistieron en el llamamiento de Ennhada a la unidad nacional para «compartir los objetivos de la revolución de dignidad, trabajo y libertad», una unidad que, dijeron, «está por encima de la legitimidad electoral».

La nueva ronda de contactos entre Jebali y los partidos políticos tendrá lugar a partir del lunes. Jebali tenía previsto anunciar un nuevo Gobierno o dimitir ayer, pero el viernes por la noche pospuso indefinidamente ese anuncio.

La manifestación de ayer es la más numerosa organizada por Ennhada desde su llegada al poder, pero la movilización fue muy inferior a la que reunió el 8 de febrero a decenas de miles de personas que asistieron a funeral de Belaid.

A la marcha se sumaron el gubernamental Congreso por la República (CPR), el islamista Justicia y Desarrollo, el rigorista Partido de Liberación Islámico (PLI) y otras formaciones islamistas.

La novena caravana solidaria con el Sahara partió ayer desde Bilbo hacia los campamentos de refugiados saharauis, con 169 toneladas de alimentos y productos higiénicos. Organizada por los ayuntamientos de Bilbo, Gasteiz y Getxo y asociaciones de apoyo al Sahara, la caravana incluye los seis trailers que transportan el material, dos autobuses, un camión grúa todoterreno también donado, dos camiones de eje rígido y una ambulancia.

Dimite para crear un partido el líder de la milicia islamista LPR

La Liga de Protección de la Revolución (LPR), odiada milicia vinculada a Ennahda y a la que se relaciona con la muerte del líder opositor Chukri Belaid, anunció la dimisión de su presidente, Mohamed Maalej, para formar un partido político.

Creada en mayo de 2012 para «defender las conquistas de la revolución» y «fortalecer la identidad árabe-musulmana», es considerada por la sociedad civil y la oposición una milicia de métodos brutales favorable a los islamistas en el poder. La mayoría de la clase política tunecina y las ONG han pedido repetidamente su disolución, una medida bloqueada por Ennhada y el Congreso por la República (CPR) del presidente, Moncef Marzouki.

GARA

Imprimatu 
Gehitu artikuloa: Delicious Zabaldu
Igo