Ojalá Golden State Warriors nunca deje de ser ese equipo simpático y contestatario que planta cara a quien se le ponga delante a base de anotar una canasta más. Aunque el resultado del sexto partido ante Denver fuera un 92-88, que no es precisamente el súmmum de la espectacularidad anotadora, la franquicia californiana podrá presentar su candidatura a romper moldes ante los San Antonio Spurs, su rival en las semifinales de la Conferencia Oeste.

Stephen Curry, con 22 tantos y 8 asistencias, volvió a ser el líder de los de Oakland, aunque estos sufrieron más de la cuenta en los últimos minutos para establecer el 4-2 definitivo. Un tercer cuarto apabullante del escolta puso el marcador 80-62; los Denver Nuggets estaban virtualmente derrotados.

Pero los de Colorado no arrojaron la toalla, y de la mano de un Andre Iguodala que se destapó como un consumado lanzador de triples -cuando, sin ir más lejos, en el Mundial de 2010 de Turquía dio un clínic en tiros de tres que no tocaban ni el aro-, los entrenados por George Karl cerca estuvieron de voltear el marcador.

Los Warriors sumaron hasta 19 balones perdidos, los últimos en los minutos finales, pero al menos aparecieron el base Jarret Jack y el alero novato Harrison Barnes para certificar el triunfo californiano desde la línea de tiros libres. Draymond Green también ayudó con 16 puntos y 10 rechaces.

Para Denver, por contra, los 24 puntos, 9 rechaces y 6 asistencias de Iguodala y los 17 tantos de Ty Lawson no sirvieron para que los Nuggets forzaran el desempate en su cancha.

Una de pívots

Históricamente, los Golden State Warriors han padecido más que disfrutado de sus pívots: o no tenían talento o los lastraban las lesiones u ofrecían problemas de actitud o disciplina.

Este año no podía ser menos, con sus referentes Andrew Bogut -un gran jugador el australiano, que demostró su talla principalmente en Milwaukee, franquicia que abandonó cuando empezó su martirio de lesiones- y David Lee -en principio baja hasta final de campaña-, pero en el último duelo ante Denver, la cosa cambió.

Por un lado, Bogut recordó al de sus mejores días sumando 14 puntos, 21 rebotes, 4 tapones y 3 asistencias. El australiano de sangre balcánica y líder del combinado Aussie en su oro del Mundial junior de 2003, fue el perfecto lugarteniente de Stephen Curry. Además, David Lee pudo saltar a la cancha, aunque solo fuera un minuto.